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2 7 6 C R ISTIAN ISM O Y CULTURAS HUMANAS ceder que estas no tas de orden, a rm on ía , in te lig ib ilid a d y je ra r q u i­ z a r o n h a n de acom p aña r a toda c iv iliz a c ió n h um a n a y en este sen ­ tido podemos acep tar que son no tas de la c u ltu ra ú n ic a que hemos propugnado. Pero h istó ricam e n te es in adm isib le que en este anhelo de orden y de in te lig ib ilid a d G re c ia y Rom a h a y a n logrado la m eta d e fin itiv a . S i la m e ta físic a g riega h a sido du ran te m ilen io s n ue stra m ae stra en el arte de c la s ific a r ideas, no podemos acep tar, s in em ­ bargo, todas y cada u n a de sus tesis y d ire ctrice s. E sa co rrien te de oro tam b ién a rra s tra ba rro de ig n o ra n c ia y e rro r. U n ejemplo. E l a fá n de c la rid a d su g irió a la mente g riega ta l h o rro r a l in fin ito , que re su lta d ifíc il, por no de cir im posible, poder a p lic a r a D ios ese a tribu to desde esta M e ta física . E llo e xp lica la iro n ía del h isto ria d o r m ed ieva lista E. G ilso n a l a d v e rtir que la clave de bóveda de la teología escotista es el Ens In fin itum y po r o tra D un s Escoto se siente fie l como el que más a la M e ta fís ic a de Aristóteles. Ind udab lem en te y pese a que no tom ara de ello co n c ien c ia el g ran teólogo fran c isc an o , la es­ tre lla lum in o sa del Ens In fin itum rie la b a po r un cielo m uy d istin to al de la M e ta fís ic a g riega (24). Respecto del D erecho Rom ano h a y que de cir algo sem ejan te. Co ­ mo co d ifica c ió n de esas in tu ic io n e s p rim a ria s del hombre que o rg a ­ n iz a su v iv ir so cia l, se rá siem p re un pun to de p a rtid a p a ra todo Código leg islativo . Pero ju n to a esos elementos in tan g ib le s se dan otros que el C ris tia n ism o tuvo que d e rrib a r con su d o c trin a del amor u n iv e rs a l y de la ca rid ad c ris tia n a , supe ra ción de un régim en de p a tric io s y p riv ile g iad o s vigente en aquel famoso D erecho (25). 24. En la obra de E. Gilson, L’esprit de la philosophie mediévale. París, 1944, se estudia reiteradamente el tema de las relaciones del pensamiento cristiano con el griego. Algunos problemas especiales han suscitado interesantes monografías, como la de J. Güitton, Le temps et l’etemité chez Plotin et Saint Augustin. París. 1953. Un largo comentario a este libro ha publicado M. Siguan, En tomo a las relaciones entre Cristianismo y Filosofía, en Revista de Filosofía, 2 (1943), 613-620. También nosotros hemos abordado uno de estos problemas fundamentales en nuestro estudio, Puntos de comparación entre el pensamiento bíblico y aristotélico sobre la finalidad en la historia. ’’Diatheke-Physis”. Presentamos este estudio en la V Semana de Filosofía española, 1959 y será publicado en las «actas» de la misma. También en nuestros medios intelectuales se ha hecho sentir esta magna cuestión, objeto de estas significativas palabras de Ortega en una de sus lecciones del Instituto de Humanidades : «Los escolásticos, en vez de atenerse a la auténtica inspiración cristiana, se entregaron a modos de pensar originados en la pagania helénica y renunciaron a crear una filosofía que fuese ella misma cristiana y no sólo cristiana en su aplicación a la teología. Esa filosofía auténticamente cristiana hubiera sido enormemente más profunda que la griega...». Estas lecciones han sido recogidas en el libro postumo, Una interpretación de la Historia universal. Madrid, 1960. El texto cit. se halla en la p. 321. 25. Con resquemor reconoce P. Bonfante, Istituzioni di Diritto Romano. 10.” ed.

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