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EL HOMBRE Y LAS C 0SA 3 257 U n nuevo ca rá c te r in h e re n te a la filo so fía es el de la evidencia. «El rad ic a lism o de la filo so fía no le pe rm ite a ce p ta r p a ra sus frase s otro modo de ve rdad que el de la to ta l e v id en c ia fun d ad a en in t u i­ ciones adecuadas» (68). Y que en rig o r no h a y más ve rdad teo rética en el sen tido pleno de la p a la b ra que la fu n d ad a en eviden cia, lo c u a l im p lic a que p a ra h a b la r de la s cosas tenemos an tes que ve rla s, y po r ve rla s se en tiende que nos sean inm ed iatam en te presentes, se ­ gún el modo que su con sisten cia imponga (69). Esto, obviam ente, no se opone a l v a lo r de la deducción, que nos pone en re la c ió n con v e r­ dades a la s que llegamos po r in fe re n c ia . E sta segu ridad po r in fe ­ re n c ia , m ed ian te p ruebas y razones, lleg a a a firm a r la e xisten cia de u n objeto p a rtie n do de o tra segu ridad p rev ia . Pero si h a y cosas cuya existen cia necesitam os p roba r, h a y cosas cuya e xisten cia n i podemos n i necesitam os p roba r, porque se p rueban a sí m ism as (70). L a filo so fía es, además, u n conocer esencial, es decir, u n cono ci­ m ien to de esencias. Los hechos concretos, m ien tra s se queden en el ám b ito de hechos en b ru to no pueden e n tra r a fo rm a r p a rte de la filo so fía . Sólo asciend en a l rango filo só fico cuando en ellos hemos descub ierto la esencia, el logos. E l sabe r filo só fico debe se r sistemático. E s éste u n a tribu to de la filo so fía que O rtega le reconoce desde sus p rim e ra s obras. «En cada in stan te es p reciso que la ve rdad del mundo sea un sistem a, o lo que es lo m ismo, que el mundo sea u n cosmos o sistema» (71). Este s is ­ tem atism o, que in c lu ye la re la c ió n y conexión de los seres en tre sí, h ace d e c ir a O rtega que la filo so fía es la c ie n c ia del amor. E n esta sistem a tiza ción a que está obligado a lle g a r el filósofo, ¿se lleg a a la e xp lica c ió n ú ltim a , al Se r necesario , a D ios en u n a p a la b ra ? A l menos en los escritos de la m adu rez de O rtega creo que sí. R e s ­ pecto de la m a te ria , e sc rib ió : «No se puede p en sa r la m a te ria sin v e rla como algo que h a sido puesto en la e x iste n c ia po r a lgún otro poder, como no se puede v e r la fle ch a en el a ire s in que busquemos la m ano que la h a lanzado» (72). Y en otros luga re s in siste en la co n tin g en c ia fu n d am e n ta l de lo creado. «Por necesidades pu ram en te filo só fica s, nos encon tram os re viviendo en su ra íz la in tu ic ió n c r is ­ tia n a de la re a lid a d y forzados a v e r cómo logramos p e n s a rla según e lla re clam a , como u n ser indigen te» (73). 68. ibid., p . 141. 69. Ibid., p . 136. 70. Ibid., PD. 149-150. 71. I , 144. 12. ¿Qué es filosofía?, p. 106. 73. Una interpretaciónde la Historia Universal, p . 322.

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