PS_NyG_1960v007n001p0133_0195

BUENAVENTURA DE CARROCERA 141 Dos días antes ya se encontraba en la Ciudad Condal. El 18 de ese mismo mes firmaba «en Barcelona, en nuestro monasterio de Mon- tecalvario», la carta de Hermandad de la familia Pala (19). No deja de llamar la atención el que las Actas Capitulares de la provincia de Cataluña no digan expresamente si San Lorenzo estuvo o no presidiendo dicho Capítulo provincial. Sin embargo, es un he­ cho cierto que por otra parte confirman las Crónicas de Valencia, y además esas mismas Actas anotan algo que es una muestra más del amor que el Santo sentía por la guarda de las leyes de la Orden y el ningún respeto humano que le guiaba en sus actos. Y fue que, en vista de los desórdenes observados durante la visita, privó de voz activa y pasiva nada menos que a seis de los Padres Capitulares, entre ellos al que había sido Provincial, P. Querubín de Lérida, y a uno de los Definidores, P. Miguel de Valladolid (20). Como ya indicamos, las Crónicas de Valencia dicen expresamente que, después de visitar personalmente Cataluña, Aragón y Valencia, «celebró Capítulo en Barcelona el M. R. P. Ministro General, Fr. Lorenzo de Brindis, en que fue electo Provincial de todas las tres provincias el P. Fr. Hilarión de Medinaceli, y ordenó el dicho P. Mi­ nistro General que en las dos de Valencia y Aragón tuviese cada una su Comisario y Custodio provincial, y que cada una celebrase cada año Capítulo provincial en su provincia, salvo que no hiciesen elec­ ción de Provincial sino de Definidores y de Comisario y de Guardia­ nes y que dicho Comisario diese las Cuaresmas y diese patentes para ordenar a sus Coristas y pudiese hacer otras cosas pertenecientes al gobierno con el parecer de cuatro Padres consultores para esto de- putados» (21). Nada más sabemos de la estancia de San Lorenzo en tierras es­ pañolas por estas fechas y durante su generalato. No creemos se ha­ ya interesado por la extensión de la Orden a tierras castellanas ni menos por la fundación de un convento en Madrid. No se había tra­ tado aún de gestionar con entusiasmo nuevos conventos en Castilla, dfespués del fracaso del P. Juan Alarcón, que a instancias del Mar­ qués de Santa Cruz, D. Alvaro de Bazán, quiso llevar a cabo la fun­ dación de un convento en el Viso del Marqués, provincia de Ciudad Real (22). (19) A ndrés de P alma de M allorca , Palá de Torroella, 100. (20) Libro de los Actos Capitulares, f. 14. (21) A ntonio de A licante , p. 24, n. 46. ( 22 ) C fr. La Provincia..., 24 ss.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz