PS_NyG_1960v007n001p0133_0195

ISO SAN LORENZO DE BR IND IS, ESPAÑA.. Cuando después de se r be a tificado se p roced ió a reconocer los restos p a ra sa c a r re liq u ia s y e n v ia rla s a Rom a, la c a ja donde e sta ­ ban se h a b ía in u tiliz a d o totalm ente a cau sa de la h um ed ad ; fue, pues, necesario, u n a vez reconocidos, colocarlos en u n a c a ja nueva, co­ mo así se efectuó (141). De a llí se tra s la d a ro n a l a u rn a fa b ric a d a a ex­ pensas del duque de A lba, entonces tam b ién m arqués de V illa f r a n - ca, en 1785, cuando tam b ién h izo el a lta r dedicado a l Beato, que subsistió en el m ismo sitio donde en 1896 se h a levan tado el nuevo, en el que a su vez se h a colocado la u rn a que con tiene la s re liq u ia s que del San to se conservan . Hacia los honores de la glorificación. P a ra com p le ta r el tema que estamos d e sa rro llando in te re sa tra ta r tam b ién aqu í de la in te rv e n c ió n que los C ap u ch in o s españoles, y más concretam en te los relig iosos de C a s tilla , tu v ie ro n en t r a b a ja r p a ra que S. Lorenzo fu e ra elevado a l ho no r de los alta res. Nos re fe rim o s espe­ cialm en te a los procesos que en E sp añ a se h ic ie ro n así como a o tras cosas d igna s de m ención y que fue ron medios p a ra lo g ra r eso mismo. E l p rim e r proceso que se hizo en V illa fr a n c a del B ierzo , tuvo lu g a r en 1630. Vam os a exponer p rim e ram en te la s causas que lo m o tivaron . E l compañero de S an Lorenzo, F r. J u a n M a ría de M onteforte, al d e c la ra r en el proceso fo rm ado en M ilá n en 1625, d ijo que no fue él con el cuerpo del San to a V illa fra n c a del B ierzo, pero que más tarde h a b ía hecho u n a v is it a y que le h a b ía n d icho las R e lig io sa s que, a l lle g a r a llí el cuerpo, llevab a ta n destrozado el háb ito que hubo n e ­ cesidad de cam b iárselo , poniéndo le uno de fran c isc an o , m an ife stán d o ­ les él que era p reciso co rre g ir ese e rro r. T am b ién declaró que la v ís ­ p e ra de lle g a r los restos, se h a b ía visto u n globo sobre el convento, e igua lm en te que, estando entonces en fe rm a la Abadesa, h a b ía c u ­ rado súb itam en te po r in te rce sió n del Santo. An te eso el P. Postu lado r, Ju a n B a u tis ta de Castro , e scrib ió a l P. G ene ra l, que lo e ra entonces el P. J u a n M a ría de Noto. Este, s in p erder tiempo, escrib ió a su vez desde P a rís el 24 de ju n io de 1629 a l P. P ro v in c ia l de C a s tilla , a fin de que destinase relig iosos idóneos que con d ilig e n c ia y so lic itu d se e n te ra ran de todo eso con la posible a u ten ticid ad y la au to rid ad del obispo, y envia sen luego las in fo rm a c io n e s re cib id a s a l m encionado P. P o stu lado r (142). del lugar, materia, forma y adorno de la caja donde s í halla depositado el cadáber del B .Siervo de Dios F r. Lorenzo de Brindis, su reconocimiento*, y extracción de algunas de sus Reliquias para rem itir a Roma. Juez Delegado el M . Ilustre señor Abad». Consta de 52 folios numerados. (141) A jofrin , 633. (142) E l original en italiano de esta carta del P. General así como las de-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz