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BUENAVENTURA DE CARROCERA 1 7 9 p rim itiv am e n te h a b ía n estado, aunque en el m ismo s itio del coro bajo , a fin de que a sí «se pudiese tom ar por v is ta de ojos y d a r fe de la a sisten c ia de su cuerpo en este convento» (136). De ese s itio y seguram ente que cuando fue ron tra sladado s los restos de los marqueses de V illa fr a n c a a l nuevo pan teón , o sea, al ac tu a l, se tra s la d a ro n tam b ién los de S an Lorenzo. A llí a l menos se en co n trab an y a unos y otros a l p a re ce r en 1677 o quizás tuviese lu g a r ju stam en te en esa fe ch a su traslado . E l hecho es que el que h izo de n o ta rio en el proceso de 1677 te stific ab a que desde la ig le sia de la A n u n c ia d a y a travé s de la re ja que d iv id ía aqu é lla del p a n ­ teón y en tie rro de los marqueses, es decir, a travé s de la re ja actual, h a b ía visto «una c a ja de v a ra y m edia de largo y m ed ia de ancho, poco más o menos, con su cub ie rta a fo rrad a po r aden tro de ta fe tán enca rnado y listado , y po r a fue ra , raso negro, según se h a podido p e rc ib ir, y den tro de d ich a c a ja , a la cabecera, u n a cabeza con su e fig ie de c a ra y ba rba la rg a , poblada, con la m ayo r pa rte de los dien tes y gastada casi la m itad de la n a riz , con h áb ito de saya l, y en él, en la m ang a derecha, se p e rc ib ía u n rem iendo b lan co a l modo que lo u san los Pad res C ap u ch ino s en sus háb itos. Y la M. Abadesa y o tra s re lig io sa s d e c la ra ro n que los huesos de d icho cuerpo estaban dentro del hábito» (137). Seguram ente que fue tam b ién entonces cuando esa c a ja o u rn a que co n te n ía los restos del San to , fue co locada en u n a especie de sepu lcro con u n a boved illa en cim a a modo de arcosolio. A llí estaban en 1715 cuando u n a fue rte ria d a inundó el pan teón , ten iendo las m o n ja s po r m ilag ro el que la m encionada c a ja perm aneciese inm ó vil y en su sitio (138). A llí seguían en 1724 a l hacerse este año el p ro ­ ceso de non cultu, d e cla rando la Abadesa que esa c a ja estaba m etida en o tra c a ja de m adera, ten iendo e lla la lla ve (139). E n esa m ism a form a, en esa c a ja «dentro de o tra de m adera tosca, sin fo rra r, con u n a s p ie d ra s encim a», y con tie rra , se encon trab an aún en 1783 al tene r lu g a r su b e a tifica c ió n (140). (136) Ibid.. 335, 340, 341. (137) Ibid., 386. (1S8) Carta de la Abadesa al P. Diego de Castrillo (16 de enero de 1721) (A rchivo Prov. de Capuchinos de Castilla, 12-000036). (139) Proceso de 1724, fol. 126. N o tiene encabezamiento o título especial al menos la copia que de él existe en el Archivo del convento de la Anunciada donde lo hemos consultado y del que hemos tomado esas declaraciones. Consta de 210 folios numerados. (140) Proceso de 1783, ff. 32v„ 34. Tam bién de este proceso se conserva una copia en el mencionado Archivo de la Anunciada. Lleva este títu lo : «A ñ o de 1783. Proceso formado en virtud de comisión de Su Santidad, acerca de la identidad

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