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BUENAVENTURA DE CARROCERA 155 católica, una capitulación de paz, que fue firmada en Munich el 24 de octubre de 1610 (64). El rey de España cumplió su palabra, enviando a la Liga el so­ corro prometido de 250.000 ducados, que su embajador en Praga, Don Baltasar de Zúñiga, había ya cobrado en diciembre de 1610 (65). Con esto San Lorenzo podía darse por muy satisfecho de haber cumplido la misión que se le había encomendado. Por lo tanto, te­ miendo al parecer el rigor del invierno en Alemania, quiso retirarse a Italia, siempre contando con el permiso de sus superiores (66). Sin embargo, todavía le fue forzoso seguir allí para desempeñar una importante y delicada misión ante el duque de Baviera, viniendo a ser al mismo tiempo representante del Papa y del rey de España ante Maximiliano. El mismo San Lorenzo nos lo dice en su relato de los asuntos de Austria y Bohemia, escrito, según ya indicamos, por obe­ diencia. Con esto terminamos lo referente a su embajada ante Fe­ lipe III. «En el año 1610 —escribe sencillamente el Santo— , habiendo repre­ sentado al Papa Mons. Cayetano, arzobispo de Capua, Nuncio Apos­ tólico en Praga y D. Baltasar de Zúñiga, embajador del rey de España ante el emperador, que por bien común de la religión católica en Alemania sería necesario que cerca del Serenísimo (duque) de Ba­ viera, jefe de la Liga católica, residiese un Nuncio Apostólico y un embajador de España y que lo uno y lo otro podía suplir el dicho Fr. Lorenzo de Brindis como confidentísimo del duque de Baviera, subdito natural del rey de España y humildísimamente sujeto a la Sede Apostólica, siendo el mismo Fr. Lorenzo Comisario General de Bohemia y Austria, recibió mandato del Papa para que dejase la residencia de Praga donde predicaba de continuo, y se trasladase a Munich a fin de estar siempre cerca del duque de Baviera y atender a los negocios públicos en beneficio común de la religión católica. Recibido tal mandato, lo ejecutó con toda presteza» (67). De ese modo San Lorenzo llegó a feliz realización la delicada tarea que se había impuesto en pro de los intereses católicos, según ( 64 ) C ap itu lacio n es de paz firm ad as en tre católicos y pro testan tes (Munich, 24 de octubre de 1610 ) (A G S . Estado, Leg. 2496 , fol. 58 ). A sí se cum plió lo que S a n Loren zo dice a l fin a l de su re la to : «Al ver la lig a cató lica (los protestan tes) se con virtieron , en viando luego u n a em b ajad a al duque de B a viera, pidiendo la deposición de la s arm as y la paz, como así se hizo» (Opera omnia, X - 2 , 381 ). ( 65 ) C a rta de Z ú ñ ig a al rey, 4 diciem bre 1610 (A G S . Estado, Leg. 2496 ). Aquí exp on e a l rey cómo se las h ab ía compuesto p a ra cob rar d ich a can tid ad que se le h a b ía enviado con destino a l socorro de la liga. (66)) C fr. C a rta s del N uncio de P rag a , 9 agosto 1610 y del C ard. Borghese, 28 agosto, Opera omnia, Comment De rebus Austriae, X - 2 , p. 396 .

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