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1 5 2 SAN LORENZO DE B R IN D IS, ESPAÑA.. bajador volvía a escribir el 3 de marzo al rey para decirle que el Papa había despachado a los embajadores de los Electores eclesiás­ ticos, diciéndoles ayudaría con gente y dinero a la liga, y tanto en lo uno como en lo otro, más de lo que pudiese: que él sabía pensaba dar 200.000 ducados, pero que S. S. se mostraba un tanto sentido por las condiciones que el rey había puesto al envío de su socorro: 1.a, que fuesen iguales los socorros suyos y los del Papa, no acabán­ dolo de entender, pues las fuerzas eran desiguales; 2.a, que todos los de la casa de Austria entraran en esta liga, siendo poco menos que imposible, según le escribía al P. Brindis el duque de Baviera, aña­ diendo que lo que el rey había dicho fue que entraran los más que pudiesen (55). No se contentó San Lorenzo con lo logrado sino que aspiraba a que se cumpliese lo que se le había prometido, al menos según él. Por eso mismo un día antes, el 2 de marzo, Castro enviaba una co­ municación diciendo que el P. Brindis estaba muy afligido porque ahora decían los ministros españoles cosa diferente de lo que él ha­ bía escrito al duque de Baviera, a saber, que, el rey contribuiría con dos regimientos de infantería y uno de caballería: que ésto era lo que el rey le había dicho ante varios señores una y dos veces; por lo mismo pedía insistentemente que, si era posible, se cumpliese lo que había escrito, puesto que la diferencia no pasaba de 50.000 ducados; de otra manera él perdería mucho ante el duque de Baviera (56). Como se ve, este delicado asunto iba cambiando completamente de aspecto, seguramente que por haber cedido el Papa, comprometién­ dose a dar los 200.000 ducados; me refiero al socorro económico. La prueba es que el Consejo de Estado, en su reunión del 18 de marzo, examinó con detención las cartas de Zúñiga del 30 y 31 de enero y de 1 de febrero, y luego proponía que el rey no se comprometiese en su ayuda a la liga por nueve años sino por tres, y, respecto a la can­ tidad, decía se habían enviado ya 250.000 ducados al mencionado Zú­ ñiga con fin de socorro de dicha liga defensiva, a razón de 30.000 al ab ril de 1610 , no resolviendo sino que se le escribiese m an dánd ole co p ia de lo que se h ab ia acordadocuando él estuvo en M adrid (A G S . Estado, Leg. 2994 ). (• 55 ) C a rta de C astro, 3 m arzo 1610 (A G S . Estado, Leg. 993 ). ( 56 ) C a rta de C astro, 2 m arzo 1610 (A G S . Estado, Leg. 1862 ). P a ree sv a d iri­ gida al duque de L erm a, D eba tenerse en cuen ta que la can tid ad prom etid a por el Consejo de E stado fu e de 360.000 escudos» que eq u ivalía a 300.000 ducados, y puesto que ah o ra se dice, como así fue, se en viaría n sólo 250.000 ducados, que fu e efectivam en te lo que se envió, S a n Lorenzo pide se añ ad an 50.000 m ás, en con form id ad con lo propuesto.

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