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1 3 4 SAN LORENZO DE B R IN D IS, ESPAÑA.. llamar español, por haber sido vasallo del rey de España, que lo era entonces el señor don Felipe II» (1). Más aún: así se consideraba el propio San Lorenzo: «súbdito na tural del rey de España» (1*). «Vasallo de España, «sumiso vasallo de Su Majestad»: así le designaban los embajadores de Felipe III cuando en sus cartas se ocupaban de él, aun antes de que el rey tu viese conocimiento alguno de su persona. Por ejemplo, D. Guillén de San Clemente, embajador español en Praga, escribía desde allí entre otras cosas: El P. Brindis que hacía dos años había terminado su generalato, «era vasallo de S. M ...: es una santa persona y de grandes letras y aficionadísimo al servicio de V. M. a quien con la primera oca sión segura quiere enviar una imagen de Ntra. Sra., de quien es muy devoto, y otra de un Crucifijo a la reina nuestra señora; es el que ha fundado algunos monasterios de su Orden en Alemania y particularmente en esta ciudad (Praga) a donde con orden del Papa reside con gran fruto; este Padre desea con mucho ardor fundar en la ciudad de Brindis una iglesia dedicada a Nuestra Señora en la casa que él nació». Seguidamente pide al rey le dé una carta para la ciudad y otra para el arzobispo a fin de que no impidan sino favo rezcan obra tan santa, añadiendo que le haga esta merced pues es «hombre a quien todos los que le conocen tienen por santo» (2). Con esa misma fecha escribe otra refiriendo cómo había llegado a Praga el 6 de julio el duque de Sajonia con objeto de visitar al em perador, quien le había hospedado en una casa próxima desde donde por un corredor se comunicaba con palacio; expone que el empera dor le había regalado espléndidamente, haciendo muchas fiestas en su honor, pero que otras no se pudieron celebrar por estar el duque siempre ahíto de mucho beber. Ocho días permaneció en aquella corte y «en ellos hizo predicar a su predicante dos veces en el patio de su casa, que es muy grande, en donde concurrió millares de personas con mucho desacato de nuestra religión, al cual respondió docta y santamente el P. Fr. Lorenzo de Brindis, Capuchino que fué General de ellos el trienio pasado, hombre de muy santa vida y de mucha doctrina, vasallo de V. M . porque es natural de Brindis» (3). (1) F rancisco de A jofrin , O. F. M . Cap., Vida, virtudes y milagros de San Lorenzo de Brindis, 3 ." ed., M adrid, 1904 , 15 . M ien tras no se a d vierta o tra cosa, las citas se hacen por esta edición. ( 1 *) L aurentius (S.) a B rundusio , O. F . M. Cap., Opera omnia, X - 2 . F a ta v ii, 1956 , «C omm entariolum de rebus A u striae et Bohem iae», 397 . ( 2 ) C a rta de G illé n de S a n Clem ente! em b ajad o r español en P ra g a (P raga, 28 ju lio , 1067 . A rch ivo G en era l de S im an cas (A G S ) Estado, Leg. 2493 , fol. 63 ). ( 3 ) Ibid., fol. 68. H ace en esta c arta bajo c ifra u n a descripción del c ará cter y costum bres d íl duque de S a jo n ia , diciendo de él, en tre o tras cosas, que siem pre
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