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1 2 4 PENSAM IENTO FILOSOFICO.. tros días resulta un episodio ridículo hasta lo inverosímil; pero en- tónces podía dar lugar a denuncias ante la Inquisición y figurar en procesos inquisitoriales, siempre temibles, aun cuando se saliese bien librado de ellos. Pues bien, por un lado teólogos entusiastas, por otro filósofos exaltados, habían hecho de la autoridad aristotélica un mito. Y eso era lo que no podía tolerar un sincero discípulo de la verdad, como se gloriaba de ser nuestro Santo. En esta labor no estaba solo. Le había precedido S. Buenaventura, sobre todo en sus últimas obras; le acompañaban muchos otros anti-aristotélicos, v. gr., el insigne pensador Valeriano Magni, como ha puesto en evidencia el paciente y concienzudo estudio del P. Agustín de Corniero (33). Aquella admiración exagerada; los errores gravísimos y anti-cris­ tianos del Estagirista: Negación de la divina Providencia, afirmación de la eternidad del mundo, etc.; las herejías de tinte averroísta que de aquí dimanaban, que tenían sus defensores en la Universidad de Padua y eran enseñadas descaradamente con la llamada «patavina libertas» de los siglos xvi y xvn... todo esto movía a S. Lorenzo a cri­ ticar tan acerbamente a los peripatéticos exagerados, quienes «tan- quam bubali per nares trahuntur Aristotelis auctoritate» (34). A pesar de lo cual, sigue y copia al Filósofo cuando cree acertada su doctrina, como quedó anteriormente indicado: de modo que su oposición no es sistemática ni apoyada en prejuicios, sino desapasio­ nada y objetiva. En conclusión, la mentalidad de S. Lorenzo respecto de Aristóteles es diametralmente opuesta a la posición de los admi­ radores del Estagirista, pero conforme con la de varios Doctores fran­ ciscanos. tótiles no sab ia lo que se decía, y este con fesan te en ten d ía que A rístótíles no sa­ b ía lo que se decía en la defin ición de la retórica. F u ero n luego algu n os m al in­ tencionados a dezir a M ancio que éste au ía reprobado toda la doctrin a de A ris- ótiles, dixo M a n c io : ’’eso es h ere jía porque sancto T om ás está fu n dad o en Aris- tótiles y n u estra fee en sancto T om á s; luego reprob ar a A ristótiles es dezir m al de n u estra fe e ” . Esto le vin ieron a dezir a este con fesan te unos teólogos», etc. ( 33 ) Capuchinos precursores del P. Bartolomé Barberis en el estudio de San Buenaventura. P. Valeriano Magni de Milán ( 1586 - 1661 ). C o llectan ea F ra n c isc a ­ n a 3 ( 1933 ), 67 - 80 , 210 - 228 ; 347 - 383 ; 519 - 570 . ( 34 ) Quadragesimale II, V - 2 , p. 378 .

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