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122 PENSAM IENTO FILOSOFICO.. bueno de Bacón— ducit ad caecitatem infernalem, et ideo oportet quod secundum se sit tenebrae et caligo» (26). Quizá no esté demás el advertir aquí que nuestro Santo, aunque siga siempre la línea directriz de la escuela buenaventuriana, no se profesa secuaz de escuela alguna; raras veces nombra al Seráfico Doctor, como tampoco a Escoto o a Sto. Tomás (en cuestiones de fi­ losofía) ; se declara solamente discípulo de la verdad: «Veritatis enim ingenuae ingenuum me fateor atque profiteor amatorem; hanc sem- per nervis ómnibus, omni studio, labore atque indagine sum prose- quutus tanquam thesaurum quendam infinitum» (27). Por lo tanto, la cuestión de si la obra teológica y filosófica de S. Lo­ renzo ha de adscribirse a ésta o aquélla escuela o bien a ninguna de­ terminada y declararse ecléctica o independiente, sólo puede resol­ verse teniendo a la vista las soluciones que el Santo acepta cuando trata las cuestiones disputadas entre las diversas escuelas, y el sen­ tido que da a las doctrinas generalmente recibidas. 2. SU ANTI-ARISTOTELISMO Queda demostrado que S. Lorenzo no profesa excesiva admiración por la filosofía, precedido en esta posición mental por otros francis­ canos. Si nos concretamos a la de Aristóteles, esa poca estima raya en desprecio de la doctrina y del autor, a pesar de llamársele común­ mente el Filósofo por antonomasia. En varios pasajes, pero singularmente en dos, del Advien to (28) y del Quadragesimale Secundum (29) le cubre de oprobios, llegando a decir: «Vix reperitur in universa ipsius philosophia vera demonstra- tio, sed sophísmatibus et cavillis tota plena est milleque obscuritati- bus, mille repugnantiis et contradictionibus, mille paradoxis, mille sycophantiis, calumniis mendaciisque ; et tamen ei tantopere creditur ! Deus ne est Aristóteles ut ei magis quam philosophis et poetis, theo- logis Prophetisque omnibus magis credatur?» ( Ad vien to, lugar cita­ do). Esto necesita una explicación: explicación contenida germinal­ mente en las últimas palabras que acabo de copiar. Hasta el siglo xm el Estagirista no gozó de grande autoridad en- (26) R ogelio B acon , Opus Maius, I I I , pp. 36. Opus Tertium, Ed. B rew er, L o n ­ don. 1859 , p. 81 . ( 27 ) Explanatio in Genesim, I II , p. 6. ( 28 ) Adventus, Op. ómnia, V II pp. 3 - 4 . (29) P a rs ir, p. 378.

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