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PELAYO DE ZAMAYON 1 3 1 Mi opinión se concretiza en ios siguientes puntos: 1. Está fuera de discusión que S. Lorenzo es generalmente anti- aristotélico. 2. Por este motivo resulta casi imposible que sea —en filosofía por lo menos— tomista, siendo como es el tomismo íntima y univer­ salmente peripatético. 3. En varias cuestiones S. Lorenzo rechaza la opinión sostenida por los tomistas y abraza la contraria defendida por los Francis­ canos. 4. Nunca (que yo sepa) se aparta en definitiva del sentir de S. Buenaventura. En cuanto a la p o s ib ilid a d de la c re a c ió n del m un d o ab a etern o , al principio se mostró titubeante; después siguió decidi­ damente al Seráfico Doctor. 5. Con S. Buenaventura le unen, además de la doctrina, las cua­ lidades generales de la exposición de ella: Misticismo, unción, huma­ nismo y expresión literaria; en las que difiere de Sto. Tomás, de Es­ coto y de los escolásticos en general. 6. En conclusión: Luego puede afirmarse que S. Lorenzo —en fi­ losofía— pertenece a la escuela buenaventuriana. El P. Mauricio de Begoña en su opúsculo sobre S. Lorenzo escri­ be: «En cuanto a la escuela a la que debiera de adscribirse la obra intelectual teológica y filosófica del gran escritor no existe unanimi­ dad. Unos lo proclaman escotista; otros lo inscriben entre los segui­ dores de Sto. Tomás. Su posición más exacta parece ser la del hom­ bre activo y en continuo contacto con la vida espiritual y social de su tiempo, que no se preocupa mucho de definirse y, dentro de las normas invariables, definidas y progresivas de la Iglesia, toma, apli­ ca y divulga con amable y prudente eclecticismo los princ píos y orientaciones que los maestros de la sociedad cristiana han deposi­ tado en el tesoro común de la cultura y de la vida de los hom­ bres» (71). En esta enumeración a S. Buenaventura ni se le nombra siquiera. Pues bien, con los textos de S. Lorenzo en la mano, leídos sin ideas preconcebidas e interpretados a la luz de la Filosofía escolásti­ ca general y de la doctrina peculiar de S. Buenaventura (éstas fue­ ron las fuentes de S. Lorenzo) resulta cierto, sin género alguno de razonable duda, que el San to de B r in d is sig u e s iem p re a l S e rá fic o D octor. Pelayo de Zamayón, O. F. M. Cap. Salamanca. ( 71 ) M auricio de B egoña , O. F . M. Cap., San Lorenzo de Brindis. Vida, Perso­ nalidad y Obras. M adrid1 1951 , pp. 50 - 51 .

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