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108 T E M A S F U N D A M E N T A L E S E N L A T E O L O G IA . idea de que la Maternidad divina coloque a María en el orden hi- postático, según nos expresamos ahora. Pero sí presenta constan ­ temente a María predestinada en el m ismo decreto que Cristo; y en un decreto divino anterior e independiente del decreto en que Dios predestina a la Iglesia de los elegidos, ángeles y hombres (169). En una palabra, la tesis laurenciana de primado absoluto de María al lado de Cristo, lleva consigo la pertenencia de María al «orden de Cristo», y por tan to, es el punto de partida para una orientación decididamente cristocéntrica en toda la Mariología. F inalmente, aquí converge también lo que hemos dicho sobre los principios fundamentales de la Mariología laurenciana. Si nos fi­ jam os en los principios secundarios, vemos que su fundam en to más sólido es la «semejanza» de María con Cristo. Por consiguiente, cuan ­ do queramos investigar en concreto sobre cualquier cualidad sobre­ natural de María, la sem ejanza de la Madre con Jesús es la base para afirmar la existencia de tal propiedad, su alcance y sentido último. Si nos fijam os en el principio primario, la Maternidad divina, entonces la referencia a Cristo se nos ofrece aún más cercana e intensa. 3.— Puesto de María en la actual economía de salvación. Esta orientación cristocéntrica nos señala con toda claridad el puesto de María en la actual economía de salvación : el puesto de María está al lado de Cristo y desde allí entra en relación con la Iglesia. Con haber colocado a María al lado de Cristo, no la se ­ paramos de la Iglesia; al contrario, todo el ser de María lo mismo que dice una referencia esencial a Cristo, dice también una referen ­ cia a la Iglesia en la cual tiene María una presencia e influencia sem ejante a la de su H ijo y subordinada a la de Este. Las aplicaciones de esta orientación básica, se extienden todo a lo largo de la Mariología. Indicamos alguna más destacada. El dogma de la Inmaculada concepción. — Es una de las prerroga­ tivas marianas que más atención merecieron a San Lorenzo. En sí m isma la prerrogativa de ser concebida en plenitud de gracia y lim ­ pia de todo pecado, es uno de los momentos en que más se destaca la grandeza de la Madre, en contraposición a los demás h ijos de Adán, San Lorenzo afirm a con toda claridad la concepción inm acu ­ lada de María. Pero en nuestro caso tiene más importancia actual (169) «Praedcstinata una cum Christo primogenito omnis creaturae, ante om- nem creaturam . Nam Christus praedestinatus est Filius Mariae, simulque Maria Mater Christi». Mariale, I, p. 20.

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