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A L E JA N D R O DE V IL L A L M O N T E 95 segunda Eva. Jesús es la razón de ser, causa, imagen ejemplar de la predestinación, maternidad y todas las gracias y privilegios conce didos a María. Al hablar de la Mariología de San Lorenzo, amp lia remos esta idea de las relaciones que existen entre Jesús y su M a dre. De momento nos basta este testim on io: «Christi gratia prae- destinata est Maña talisque praedestinatur, ut Christi unigeniti Fi- lii Dei digna esset Mater» (145b). c’) Jtóús Cabeza de la Iglesia. — Como la Trinidad beatísima, toda la plenitud Otó su ser se lo comunicó a Jesús en quien hab ita corpo ralmente la Divinidad, así Jesús todo lo que El es se lo comunicó a su Iglesia (146a). Según el misterio de la anakefalaiosis de que nos hab la San Pablo, Jesús es el compendio de todo lo creado y de la m is m a Divinidad. Lo es tam bién de todo lo que hay en la Iglesia (146b). d’) Jesús y los espíritus angélicos. — Tenemos las afirmaciones ge nerales de que «todos los elegidos», sin distinción han sido elegidos en Jesús y por Jesús, para su gloria; por consiguiente también los ángeles fueron predestinados en y. por Jesús. Los ángeles entran de lleno en la economía de salvación presidida por Jesús, ya que el m is terio de la encarnación les fue revelado a ellos desde el principio. En su estado de «viadores», antes de entrar en la gloria les intimó Dios el precepto de que adorasen a Cristo, al Hombre asumido por el Verbo, y le reconociesen como a su Señor (146c). La gracia que se confiere a los ángeles también es «gracia de C risto »: concedida por sus méritos y bajo su influencia. Como el sol derrama su luz sobre to das las estrellas, así Cristo, sol de justicia da el resplandor de la ju s ticia, bondad y santidad a los ángeles y santos (147). Jesús es llam a do también «Salvador de los ángeles». Por Jesús fueron ellos preser vados del pecado y con firmados en el bien : recibieron la inocencia (145b) Quadragesimale II, Op. omnia V -l, p. 435. (146a) «D edit Christus totum seipsum Ecclesiae suae, sicut sol oriens totum seipsum dat huic nostro mundo». Quadragesimale I, Op. omnia IV, p. 308. (146b) Ibid., p. 495. Cfr. texto en la n ota 135. (146c) Los ángeles veneran a María en el cielo... «Im o etiam ab initio suae creationis una cum Christi venerati sunt et adorarunt. Nam, priusquam beatifi caren tur, iussl sunt Christum adorare et in suum dom inium recipere... sed iussi sunt adorare ut hom inem D ivinitati unitum ; ergo ut Filium Mariae. In visione autem Dei iam beatificati, mysterium Incarnationis pienissima agnoverunt, quare et Christum et Mariam». Mariale, I, pp. 326-S27. Cfr. infra nota153 154. (147) «Christus autem sol est iustitiae. omnes autem sancti et angeli stellae sun t; omnes stellae e sole lumen accipiunt, omnes sancti et angeli a Christo lumen et splendorem iustitiae, bonitatis et sanctitatis». Mariale, I, p. 483. Cfr. infra nota 153.
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