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8 6 T E M A S F U N D A M E N T A L E S E N L A TE O L O G IA . fundamen tal del amor de caridad, que es amor de liberalidad, de entrega total al servicio de Dios y del prójimo. 4.— Jesús, el ’Hombre" idealmente perfecto. La concepción cristocéntrica del hombre culm ina para San Lo­ renzo en la afirmación de que, en ú ltima instancia, el «Hombre» idealmente perfecto, el prototipo y realización perfecta de todo lo humano es Cristo Jesús. De nuevo aquí está San Lorenzo en lo m ás hondo del mensaje del N. T ., sobre el hombre y sobre Cristo. Especialmente la doctrina del doctor de Brindis es un desarrolfe lógico del pensam iento paulino. Para San Pablo no existe el «hombre» abstracto, existe únicamente el «hombre en Cristo». El ser en Cristo form a parte esencial del proyecto divino sobre la creación del hombre. En realidad el «hom ­ bre», en el sentido lleno y completo que Dios lo quería, es Cristo y los demás individuos de especie hum ana son «hombres», en cuanto Dios los quiere en Cristo (121). Para explicarnos esta afirmación de Cristo como el «Hombre» por excelencia, San Lorenzo adopta un punto de partida profunda­ mente teológico: Mira a Cristo desde su predestinación. Jesús fue predestinado a que se le comunicase y residiese en Ella plenitud de la Divinidad (122). Sabemos por otra parte que el hombre fue creado a imagen y semejanza de D io s; por consiguiente, la mayor perfección del hombre consiste en la m áxim a im itación de Dios, en reproducir en sí la imagen divina. Y aquí de nuevo tenemos que Cristo, en su Humanidad es la imagen perfectísima de la Trinidad, m ás aún El es el único que reproduce plenamente la imagen divina pues en El mora la «plenitud de la Divinidad» (123). Otra idea básica en esta cuestión es la de que Cristo es el primero de los predestinados, según afirm a continuamente San Lorenzo. A h o ­ ra bien, desde el momento que Jesús fue predestinado a tener en sí la plenitud de la Divinidad, a ser la imagen perfecta de la Trinidad, podemos deducir una consecuencia importan te: Jesús es «el H om bre»: (121) G onzález Ruiz, J. María, La dignidad de la 'persona humana según San Pablo, Madrid, 1956, pp. 9 ss., 13 ss., 19 ss., 185; sobre todo. (122) «Unde elucet quod in aeterno Christus praedestinatus fuit, ut communi- caretur ei omnis plenitudo Divinitatis». Mariale, Op. omnia I, p. 79. (123) «Qui ergo ad imaginim Chrlsti creatus est, vera ad imaginem Dei crea- tus dicitur quoniam in Christo inhabitat... plenitudo Divinitatis». Explanatio in Gen., Op. omnia I I I , p. 199. Cfr. Quadragesimale I, Op. omnia TV, p. 36. La ima­ gen de Dios es, más en concreto, la imagen de la T rinidad : «Christus homo imago totius Triniiatis est, exemplar humanae naturas etiam in praedestinations». Qua­ dragesimale I I I , Op. omnia V I, p. 37.

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