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S IX T O M A R IA DE PE SQ U E RA , O. F . M . CAP. 175 benignos, en la salubridad de las costas y en los grandes centros urbanos y de la industria y del comercio. Sumidos, los miserables, en el atraso de las altiplanicies frías y agrestes, en la incultura sel­ vática de los llanos, y enclavados en un mundo de .solos instintos, sin derechos para las personas y en total desorganización social. Y herederos, los de las ciudades, de las tradiciones y saber de la culta Europa, y disfrutando de los mayores progresos de la técnica y de las más refinadas comodidades del confort del siglo xx. Y para que la disparidad sea aún mayor, el estado salvaje de gentes de la misma nación y a no excesiva distancia de la opulenta urbe. En casi todos estos países, se da aún el hecho de zonas de Misión, a las que no se acercan los que «lo pasan bien» en la misma patria, y sólo llega allí, para redimirlos y civilizarlos, el extraño: el misionero. Junto a los rascacielos, suntuosidad y sibaritismo de los unos, ¡¡la choza del salvaje todavía y su vivir no de hombre!! Y este desequilibrio entre millonarios e indigentes, entre los de técnica avanzadísima y los de miseria sin par, entre munificencia del progreso en máquinas y televisión y la existencia de analfabetos y sa lva jes...; si constituye pesada rémora para el avance social, no es menor obstáculo para la asimilación de la idea religiosa. Más que verdad, parece sátira, el que tales hombres sean realmente, ¡her­ manos!, por ser «hijos de un mismo Padre que está en los cielos» (2). Otra cúspide de no menor altura la forma el laicismo estatal y docente con todo un juego de estribaciones de ignorancia crasa en materia de religión y degradación de costumbres sociales: inmora­ lidad, alcoholismo o «chicha», separaciones conyugales, pornografía descarada y repugnante, promiscuidad de sexos, y materialismo en (2) Nosotros mismos lo hemos v is to : son muchos todavía los indios arraiga­ dos en Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil, Centroam érica y en el mismo M éjico... He aquí algunos datos de recientes estadísticas: En el Ecuador, de tres m illones y medio de habitantes, sólo medio millón son blan cos; el resto, indios y mestizos. En Guatemala, también con unos tres millones y medio de población, el 65% son indios, que exclusivamente se les emplea para trabajos forzados; el 35%, mestizos y europeos. En M éjico pasan aún de cinco millones los indios del país... En cuanto al nivel cultural, según datos aparecidos en el boletín de la ünesco, de 1958, resu lta: de 181.000,000 que se calcula la población de Latinoamérica, pasan de 16 años, 97 m illon es; y, de éstos, hay unos 42 m illones que no saben leer ni escribir. De ahí que naciones tan grandes com o Brasil, Perú, Colombia, M éjico..., den un porcentaje de 40-50% de analfabetos. Y el número de niños que, estando dentro de la edad escolar, n o asisten a centro alguno de enseñanza, se ca lcu la : en Bolivia, el 71’1 2% ; en Brasil, el 47’8 6% ; en Paraguay, el 41’7 5% ; en Chile, en 39% ... Lo que hace que. de 29 millones de niños de edad escolar, 14 millones permanecen sin enseñanza alguna. Y esto no todo es culpa de sus encargados, sino también de los gobiernos que no les proporcionan ni escuelas, ni maestros...