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182 P R O B LEM A S A C TU A L E S DEL C A T O L IC ISM O .. de la América Española, se sintiesen elegidos a subir un día las gra­ das del altar. Así nació el Colegio Pío Latino Am ericano, fundado en 1858, a orillas del Tiber y por decisión del Vaticano, que proveía de esta forma a una de las más urgentes necesidades de la época. El Papa Pío IX , prestó todo su apoyo a la realización de la obra. Lo acertado del proyecto lo marca y patentiza la línea siempre ascendiente del auge y prestigio de dicha institución así como del alza de alumnos en él matriculados. Elegimos el año 1928 para dar la cifra de 273 estudiantes que allí cursaban sus estudios. Y en 1934 ante la imposibilidad de atender todas las solicitudes de los nuevos beca­ rios, Brasil abría también en Roma, otro nuevo centro, el Colegio P on ­ tificio Brasileño, reservado exclusivamente para jóvenes de esta na ­ ción. Hoy haciendo el cómputo del total de alumnos en uno y otro centro, queda palmaria la progresión aumentativa de vocaciones sacerdotales que se va ya produciendo en estas naciones hispano­ americanas. Era ésta la forma de hacer posible la formación de un número, por lo regular, en aumento de sacerdotes americanos. Y los benefi­ cios que esto representaba singularmente para la fe y cultura del Nuevo Continente, pueden colegirse atendiendo a los siguientes da­ tos: desde su fundación hasta 1958, el Colegio Pío Latino Am ericano ha surtido las aulas de la Universidad Gregoriana de 2. 283 alumnos. De ellos se han doctorado: en Teología, 482; en Filosofía, 436; en Derecho Canónico, 240; en Historia Eclesiástica, 4 ; en Estudios Bí­ blicos, 2. La misma institución docente ha donado a la Iglesia hasta 1957: siete cardenales y 183 entre obispos y arzobispos. Hoy estos sumandos será preciso aumenta 'los, sin duda, por la nueva creación de dignatarios de la Iglesia hecra, a últimos del año pasado, por el Papa felizmente reinante, Juan X X III. Y todo esto sin traer colación otras relevantes figuras en el sacerdocio que de allí han salido, y cuyos trabajos y desvelos en el ministerio de 1? predicación y de la cura de almas, en el desempeño de la enseñanza y en campañas de prensa, tanto bien han reportado a los países hispano-americanos. b) El Concilio Plenario Latino Americano. Una nueva piedra angular del baluarte que la Santa Sede se apres­ taba a levantar para el sostén y defensa del catolicismo al otro lado del Atlántico, fue la celebración de un Concilio Plenario Latino Am e­ ricano. Lo anunció y convocó el inmortal Pontífice León X III, el 25 de diciembre de 1898; y pocos meses después, era ya una realidad. Se tuvo en la ciudad eterna, a la sombra de la cúpula de San Pedro, del 28 de mayo al 9 de julio de 1899, presidido por un delegado del

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