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160 C R IS T IA N IS M O Y CU LTU R AS HUM AN AS humano en la historia, es una de las grandes faenas a que debe entregarse el pensador cristiano de nuestros días. Estas observaciones liminares han sido sugeridas por el libro del celebrado teólogo protestante, O. Culimann, Christ et le temps (2), al que vamos a estudiar, menos desde su tema central, que dejamos al exégeta, y más desde los contactos que la doctrina actual pro testante, tal como la encarna O. Culimann, establece entre el Cris tianismo y las culturas humanas. Obviamente, siendo la filosofía la matriz de toda gran cultura, especialmente de la llamada «cultura de occidente», tenemos que enfrentar primariamente el cristianismo con la filosofía. 1 .—Actitud de O. Culimann ante la filosofía en general. En historia de la filosofía se ha hecho clásica la enemiga entre Kierkegaard y Hegel. El uno, cima insuperable de la filosofía de la esencia. El otro, pórtico del nuevo templo del filosofar que se llama «existencialismo». Lo que no se subraya tan corrientemente es que, ambos extremismos filosóficos, son engendro de la misma matriz protestante a la que desgarran como los conocidos gemelos bíblicos. La estridente discrepancia entre el lúcido filósofo de Berlín y el jorobado de Copenhague es un episodio culmen de la perenne tra gedia que devora la vida íntima del pensar protestante, al no poder mantener el equilibrio entre los derechos de la fe y de la razón. Dicho pensar se ve condenado a la trágica disyuntiva de ahogar la fe en el mar de la razón, o de eliminar la razón para hacer triun far la fe. Creemos que la historia interna de este desgarro protestante es el a b e para comprender, no sólo la vida íntima de la escisión cris tiana desde el siglo xvi, sino igualmente para comprender los pro blemas que la filosofía, la política, el ecumenismo, y en general la cultura del día presentan al pensador que cala en la hondura de los tiempos. Ya es bien significativo que los documentos pontificios del siglo pasado, sobre todo de los Papas Gregorio XV I, Pío IX y León X III, en lucha implacable con el liberalismo teológico y naturalismo racio nalista consideren estos errores y el consecuente desgarro ideoló gico que sufre Europa, hijo de perdición nacido del protestantismo. Ante el divino mensaje de Cristo, el protestantismo de negación en (2) Christ et le temps. Temps et histoire dans le christianisme primifit. Série théologique de l’actualité protestante. Neuchatel-Paris, 1947.
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