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146 B IB L IA Y C A TE C ISM O b) El aspecto moral y moralizante se halla supeditado y subor­ dinado al aspecto soteriolcgico, es decir, su relación con el hecho de la salvación; por ejemplo, el crimen de Caín manifiesta primariamen­ te las consecuencias nefastas del pecado para los hijos de Adán y no un motivo de odio al pecado. c) Exigencias pedagógicas han obligado a omitir ciertos pasajes que podrían herir el pudor de los niños, pero se ha evitado caer en la ñoñería habitual, pues algunos detalles, por ejemplo, sobre la ma ­ ternidad, narrados por San Lucas, Tobías o Los Macabeos, pueden ser la ocasión para que el educador aborde la espinosa cuestión en un contexto religioso. Lo que se intenta siempre con los nuevos métodos de pedagogía catequística es situar al niño y al adulto en la corriente vital de la Revelación, tal como se manifiesta en el transcurso de los siglos, h a ­ ciendo de la Biblia, custodiada por la Iglesia, el vehículo conductor del plan de Dios sobre el mundo. Una experiencia digna de notarse es la del equipo sacerdotal de la parroquia de Saint Lous d’Afortville, cerca de París. Después de seis años de experiencia publicó un conjunto catequético titulado: Initiation au M ystère ch rétien . Catéchism e. Introduction . Ha cons­ tituido una verdadera revolución, pues se aparta totalmente, en la forma, del catecismo nacional, inspirándose en la catequesis tradi­ cional de la Iglesia, fundada en la Historia de la Salvación. Cuatro Cuadernos forman todo el conjunto: 1.— Vers le Christ avec le Peuple de Dieu. 2.— Découverte du Christ avec les Apotres. 3.— L’Eglise, Peuple de Dieu. 4.— Livre du Maître. Los cuadernos se presentan en forma de fichas sueltas, unidas por un anillo. Cada ficha lleva en el anverso, bien visible y desta­ cado, un título; he aquí algunos títulos del primer cuaderno: descu­ brimiento del verdadero Dios (Abraham), Yavé, el Dios vivo (Moi­ sés), Dios Salvador (Exodo), la Esperanza (Tierra Prometida), David, antepasado del Mesías, el Profeta (Elias), el Exilio (Jeremías y el residuo santo), el Día del Señor (Juan Bautista). Sigue luego, en me­ dio de la página, un texto rimado que resume la ficha; a continua­ ción, en caracteres diferentes, se indican las lecturas bíblicas, un cues­ tionario, dibujos sugestivos, y a veces algunas fotografías de am ­ biente bíblico... Esta parte de la ficha se destina al alumno. El reverso de la ficha es también para el alumno, pero igualmen­ te y, sobre todo, para sus padres. Un texto más largo explica el tí­ tulo de la ficha, precisa algunos pormenores y reproduce, con notas explicativas, algunos pasajes de la ficha. Asi los padres son obli­ gados a interesarse directamente en la formación religiosa de sus

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