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1 4 8 B IB L IA Y C A TE C ISM O las verdades bíblicas, los nuevos avances exegéticos sin turbar la paz de sus conciencias o desorientarlas lamentablemente! Por eso toda prudencia es poca. Tanto la intervención del Santo Oficio como el comunicado de la Comisión episcopal de Francia, con relación al gran movimiento catequístico de Francia, en el que intervenían sobre todo el Canó­ nigo Colomb y el sacerdote Condreau, no entraña una condena del es­ fuerzo catequístico muy laudable, sino mandato para rectificar y precisar allí donde deba rectificarse y precisarse. He aquí los puntos del Comunicado de la Comisión episcopal francesa: 1) No se empleará la expresión «catecismo progresivo» ni se jus­ tificará con principios pedagógicos la omisión de la enseñanza, du­ rante los primeros años, de las verdades sobrenaturales fundamen­ tales. 2) También a los niños se les enseñará, al menos globalmente, las verdades fundamentales (pecado original, Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, su Misión Redentora, el Espíritu Santo, los Man­ damientos de Dios y de la Iglesia). 3) La función específica y el fin inmediato del catecismo es trans­ mitir el mensaje de la Iglesia y dar una enseñanza religiosa. 4) Los procedimientos y actividades catequísticos serán juzgados y admitidos en función del fin sobrenatural del catecismo, y se evi­ tará dar una importancia demasiado grande a la experiencia del cuer­ po y de los sentidos, mostrándose demasiado exigente en cuanto al valor religioso de los films de enseñanza moderna. 5) La experiencia religiosa no es, por sí misma, un criterio su­ ficiente de la conciencia moral, y se debe explicar al niño que la conciencia del cristiano está informada por la enseñanza de la Igle­ sia que transmite la ley de Dios. 6) Las sesiones de iniciación a la misa no dispensan del precep­ to de asistir a la misa. 7) Antes de emplearse en la instrucción religiosa de los niños, se­ rán corregidos los manuales y métodos donde se encuentran errores e insuficiencias, indicados anteriormente (10). Es necesario, pues, trabajar, seguir el ejemplo de otras naciones; hay mucho camino que recorrer, pero siguiendo las sabias directrices de la jerarquía caminaremos con pie seguro y eficaz. Carlos de Villapadierna, O. F. M. Cap Colegio de Sda. Teología.—León. (10) E p h e m e rid e s T h e o lo g ic a e L o v a n ie n se s , 33 (1957) 814-815.

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