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1 ¿ 4 D EM O G R A FIA DE U N A P O B L A C IO N RURAL El número de sobrevivientes está naturalmente redondeado. Y responde a la tabla de mortalidad según el proceso de mortalidad de los últimos diez años. De esta tabla de mortalidad puede deducir­ se el nivel medio de vida y la esperanza de vida para cada una de las edades. Para lo primero se suma el número de años vividos por el grupo inicial a lo largo de su existencia histórica y se divide por el número de cabezas. Y lo mismo podría hacerse para cada época, obteniendo el número de años de esperanza de vida. Una población que tenga un promedio de 16, 7 por 1.000 daría un promedio de vida de 60 años, es decir las veces que 16, 7 está contenido en la cifra mil. El coeficiente 12, 5 por mil, daría una media de vida de 80 años. La población de Villoría a juzgar por el coeficiente de mortalidad tan bajo, posee un alto nivel de vida. 2. Mortalidad infantil. Por la figura 17, puede verse el alto coeficiente de mortalidad in­ fantil, así como las diferencias entre la mortalidad femenina y mas­ culina para las distintas edades. En cuanto a estas diferencias basta comparar la composición de la población vegetativa. Las defunciones de mujeres se eleva sobre la de los hombres en la edad de los ochenta y cinco años como consecuencia de una superioridad numérica en las edades adultas. En cambio en la edad juvenil su inferioridad nu ­ mérica en la pirámide demográfica se acusa por una mayor mor­ talidad. Pero lo más notable es la mortalidad infantil. Indiscutiblemente ha disminuido considerablemente en los últimos años. Así y todo si­ gue dando el mayor coeficiente de mortalidad; esta disminución de la mortalidad infantil ha sido en buena parte la responsable de la prolongación de la vida; el estado de bienestar social y de progreso médico se acusa de modo sensible en la cifra de mortalidad infantil. Hacia el 1917 el índice de mortalidad infantil en la ciudad era bas­ tante superior (100) al del ambiente rural (88). Con el tiempo y el progreso médico ha cambiado la situación. En 1948 en los Estados Unidos la ciudad daba un índice de mortalidad infantil de 31’2 y el campo de 33’1. Aunque se trata de una ligera diferencia en muchos casos sigue siendo más elevado el índice de mortalidad infantil en el campo que en la ciudad como consecuencia de una menor atención médica o de ignorancia.

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