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JO A Q U IN DE E N C IN A S , O. F . M . CAP. 131 medio de vida. Sumados los años de edad de los difuntos en períodos de diez en diez años y dividido por el número de defunciones, pode­ mos fijar la edad media en que ocurre la muerte. Claramente se advierte en la figura 16, el ascenso de la edad a partir de 1915. Esto Fig. 16.—Edad media de muerte correspondiente a diez años, desde 1866 a 1955 es sencillamente debido a la disminución de la mortalidad infantil, que por su escasa edad influía desfavorablemente en la media de edad de los difuntos. La ordenación de la mortalidad por edades o períodos de edad, revela la distribución de defunciones a lo largo de la generación o del ciclo de vida humana. En esta ordenación de la mortalidad se ofrece un cuadro típico de la sucesión de la mortalidad para una ge­ neración de vivientes según la preponderancia de defunciones que ocurren en los diversos períodos de la edad humana. Esto supone una estructura normal de la pirámide social. De lo contrario, resul­ tarían desproporciones en pro o en contra de determinados períodos de vida humana, pero no reflejaría el proceso normal de la extinción de una generación. Tal ocurre en las comunidades donde la gente adulta o la gente joven inclinan excesivamente la balanza con de