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JO A Q U IN DE E N C IN A S , O. F . M . CA P. 123 ello existencia a unos «estados civiles» que son la soltería, el casado, el viudo y el divorciado. Aquí nos concretamos a las uniones matri­ moniales en cuanto pueden reflejar un crecimiento o una esperanza de crecimiento demográfico. Las otras formas familiares están su­ ficientemente expuestas en el capítulo anterior. En primer lugar conviene fijar el índice de nupcialidad, un ín ­ dice bruto obtenido por el mismo procedimiento que el de la nata­ lidad, es decir, multiplicando el número de matrimonios en el período de un año por 1.000 y dividiendo la cifra por el total de la población considerada. Este índice referido a la totalidad presenta en el de­ curso de distintas fechas sus depresiones y sus salientes que obede­ cen a circunstancias históricas de carácter económico, militar, mé­ dico o simplemente ideológico. En una población tan limitada como la que se considera aquí no es necesario ese índice para advertir de­ terminados altibajos en las uniones matrimoniales. Esto tiene fácil aplicación a la situación histórica que nos es conocida por inmediata experiencia. En la última mitad de siglo la media de matrimonios por cada diez años es de 81 matrimonios. Pero cada década cuenta con distinto número de uniones matrimoniales. A ñ o s : 1900-1909 1910-1919 1920-1929 1939 1949 Número dematr. ... 107 104 87 75 103 En seguida se advierte que el descenso de matrimonios en la fecha 1920-1929 coincide con un estacionamiento de la población debido probablemente a la emigración o a elevada mortalidad por epidemia. Igualmente el descenso de matrimonios entre el 1930-39 coincide con los años de la guerra civil española. Superada esta guerra los matrimonios aumentan pero hay que descontar aún para esa po­ blación los muertos en la edad precisamente de contraer matrimo­ nio más aquellos que por el desplazamiento han encontrado posibi­ lidades de contraer matrimonio en otra parte. Los índice brutos son poco expresivos porque el número de ma ­ trimonios por año es excesivamente caprichoso tratándose de pobla­ ciones pequeñas. Años: 1885 1910 1920 1940 1950. Indice: 7’6 9’9 6’9 13 7’3. El índice bruto de nupcialidad para toda España en 1951 era de 7’5. En otras naciones oscila entre 5’4 para Irlánda, 6’1 para Méjico y el índice máximo de 10’3 para Yugoeslavia y Alemania. Atendiendo al número de mujeres, parecen existir en mayor pro