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JOAQUIN DE EN C IN A S, O. F. M . CAP. 119 viese sometido en cada edad a l m ism índ ice de m o rtalidad y de n a ­ talidad . E n con secuencia cada grupo de 1.000 n iñ a s h a b ría de re ­ p roducir o tras m il n iñ a s. Un número m ayo r supond ría un c re c im ie n ­ to de la población y un número menor no pod ría reem p la za r la fe ­ cund idad del grupo in ic ia l, lo cu a l pod ría tra slu cirse even tualm en te en un decrecim iento. U n a ap roxim ación de este modelo se en cu en tra en la simp le com ­ pa ra ción de defunciones y n acim ien to s a lo largo de u n a generación en un a población determ inada . E n la figu ra 11 tenemos un a com - Fig. XI.—Gráfico comparativo del número de nacimientos y muertos de cinco en cinco años — Muertes. - - - Nacimientos. p a ra ció n g ráfica del curso de defunciones y del de nacim ien to s. E l d istan ciam ien to de la s lín ea s tan p ronunciado en los ú ltim os años tiene p au la tin am en te a atenu a rse. M ien tra s el número de n a c im ie n ­ tos se m an tien e generalm en te con stan te y, si se quiere decae un poco en los ú ltim o s años, la lín e a de la m o rta lid ad tiene un ex trao rd i­ n a rio ascenso en la p rim e ra década del siglo pasado. E l cre cim ien to de la población vegetativa es m an ifiesto , pero no se debe tan to a l aumento de n acim ien to s como a la lim ita ción de la m o rtalidad .

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