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1 1 8 DEMOGRAFIA DE UNA POBLACION RURAL cífico de 102’4. Tom ando como punto de com paración el subm ú ltip lo 1 0 0 , los índ ices específicos e ran de 60 n iño s m eno res de cinco años por cad a cien m u je re s en edad gene rativa y de 69 en la población u rb ana. E l índ ice específico de la población de V illo ría es bastan te in fe rio r a l de la población r u r a l no rteam e rican a y tiene 44’7 n iño s m enores de cinco años por cada 100 m u je re s en tre los 15 y 45 años in clu sive. E s te dato sirve de p a lia tiv o al optim ismo del índ ice bruto de n a ta lid ad . Pero se en cu en tra su exp licación a l con sid e ra r la com ­ posición de la población vegetativa. E x iste un g ran núm ero de n iñ a s en tre los 15 y 21 años, fe ch a o rd in a ria de m a trim on io , y m u ch a s m u je re s so lteras. R e fe rido s los n acim ien to s a 1.000 m u je re s de todas la s edades se obtiene un índ ice específico m ín im o de 52’2 en A lem a n ia p a ra el censo de 1949-1950. L e siguen In g la te rra c o n 55’5 y B é lg ica con 59’3 n acim ien to s por 1.000 m u jere s. Lo s índ ices específicos m áximos los dan C h in a , con 143’2 y Jap ón con 107,2. L a población de V illo ría tie ­ ne 59’3 como toda la población de Bélg ica. E x iste n otros índ ices de n a ta lid ad p a rcia le s, que a tienden a de­ te rm inado s grupos desde el punto de v ista cronológico, so cia l o eco­ nóm ico. E n nuestro caso tien en menos in te ré s y desistimos de h a ce r m ás comparaciones. E n todos estos índ ice s de la población de V illo ria h a y que tener en cu en ta que se h a n tomado de los libros de bautismo . E n u n a po­ blación como V illa r ia los n acim ien to s quedan m e jo r reg istrado s en el L ib ro de bau tismos que en el reg istro c iv il por motivos que a nad ie se le pueden o cu ltar. E n el L ib ro de bau tism os se in clu yen los «bautismos de socorro» por tan to de aquellos seres que tienen u n a m ín im a du ración de v ida. No creo que se llegue a esa exactitud en los libros de Reg istro civ il, p a rticu la rm en te en fe ch a s an te rio re s a la s ú ltim a s décadas. L a m ayo r d ificu ltad en estos casos es común a l reg istro c iv il y a los libros parroqu iales. Se tr a ta de la s m ad res que por consejo médico se tra sla d a n a la s c lín ic a s de la ciudad in ­ m ed iata. A ún en este caso cabe suponer que, de no m ed ia r c irc u n s ­ ta n c ia s e x trao rd in a ria s, el bau tismo se ce leb ra rá en el pueblo co­ rrespond ien te. 2. Natalidad y m orta lidad . C ad a vez se v a usando m ás el Índ ice neto de rep roducción que com para la n a ta lid ad y la m o rta lidad . E ste ba lan ce d e te rm in a el grado de cre cim ien to o de deca im ien to de un a población. E l In d ice neto de rep roducción rep re sen ta el núm ero de h ija s que h a b ría n de n a ce r de 1.000 n iñ a s a lo largo de su v ida si todo el grupo e stu

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