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114 DEMOGRAFIA DE UNA POBLACION RURAL población a cada vecino corresponde un m ayo r número de personas que an tiguam en te. A p a rtir de 1752, tenemos algunos censos f i­ dedignos que nos p e rm iten re co n stru ir el proceso. L a lín e a en punto y con in terrogacione s, sig n ific a n la «probable» re la ció n que existe en tre los vecino s y los h ab itan te s, tomando como base los datos de censos completos. E n m uchos casos so lamen te se da el núm ero de h ab itan te s y la s ca sa s hab itab le s. Juzgando los datos de los censos completos se llega a la conclusión de que hace dos c en tu ria s, la re ­ la ción en tre h ab ita n te s y vecinos es in v e rtid a a la época a ctu a l. E l número de h ab ita n te s co rrespond ien tes a cada vecino e ra b a stan te in ferio r an tiguam en te. A ctua lm en te corresponden a cada vecino casi cinco personas, y en 1752 a cada vecino co rrespond ían escasam en te tres. E s ta co rre lación h a ido va riando y en la época a c tu a l se h a dado el m ayo r número de h ab ita n te s por vecino. L a s e stad ística s de m orta lidad , sobre todo de m o rtalidad in fa n til, desm ienten la común creen cia de que en tiempos an tiguos la s fam ilia s e ran m ás num e ro ­ sas que en la a ctu alidad . E l núm ero de h ab ita n te s por vecino tiene un tope máximo y un tope m ín im o , en tre los cuale s o sc ila rá según la s d iversas condiciones h ig ién ica s, económ icas o so cia le s de un a po­ b lación ru ra l. L a tenden cia probable p a ra la población de V illo ría se rá a la d ism inu ción de vecinos, como consecuencia de la em ig ra ­ ción, o al descenso de n a ta lid ad que los pro fundos sen tim ien to s re ­ ligiosos de la población h a impedido todavía. L a com paración de la población con la s po sibilidades económ icas y con el p revisib le ade­ lan to técnico , nos d a rán la base p a ra d e te rm in a r la «población óp ti­ m a » ; probablemente h ab rá que re b a ja r el a c tu a l número de h a b i­ tan te s. E s ta situ a c ió n se advierte m ás c la ram en te en el estudio de la población activa . E n la figu ra 10 se establece un a com paración de la s ag rupacio ­ nes fam ilia re s y de la s persona s que les corresponden según el cen ­ so de 1752 y el censo de 1956. L a c a ra c te rís tic a m á s sa lien te es la pe rfe cta co in cid en cia de la fam ilia completa en ambos censos. L a p roporción de h ab itan te s y número de aso ciaciones de fam ilia s com ­ p letas co incide en sus po rcen ta je s en lín ea s generales. E sto in c lin a a p en sa r que la fam ilia completa tiene un a e stru ctu ra con stan te en el ambien te ru ra l y que el proceso demográfico de la s poblaciones h a afectado a los «solitarios» y a la s ag rupaciones de fam ilia in com ­ pleta. E n el censo de 1752, no se e sp e cifican su ficien tem en te la s for­ m as de fam ilia incom p leta a excepción de la m ed ia fam ilia . Pero esto nos b a sta p a ra ad v e rtir dos v a ria cio n e s en la rep re sen tación g rá fica de la composición de la población en ambos censos. E l n ú ­ mero de «solitarios» es m ayo r en el censo de 1752 en h ab ita n te s y vecinos. A sí m ismo es m ayo r el número de la s fam ilia s m ed ias en