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JOAQUIN DE EN C IN A S , O. F . M . CAP. 103 h a quedado tru n cad a en un período m ás o menos avanzado del ciclo n a tu ra l. (2 F ) L a fam ilia de doble generación , donde con cu rren por con ­ sigu ien te los abuelos y los pad res con sus h ijo s. E ste hecho no d e ja de se r revelativo bajo el punto de v ista so cia l. D em og rá ficam en te se compo rta como la s fam ilia s completas según la edad de la m adre. (2 M F ) Dos m ed ias fam ilia s co inciden en un hogar cuando con ­ se rvan so lam en te uno de los con tray en te s por fam ilia . (1Va F ) U n a F am ilia y m ed ia cuando viven los abuelos, pero en el m a trim on io joven ha desaparecido uno de los cónyuges. Aunque se tr a ta de un a fam ilia de doble generación se compo rtan p r á c ti­ cam en te como la s m ed ias fam ilia s. ( ‘/s y 1 F ) E s exactam en te el caso con tra rio . L a fam ilia joven es u n a ag rupación comp leta en el proceso generativo de u n a población. Hemos in sistido en la edad de la m ad re porque en e lla se e n ­ c ie rra p rim a riam en te el secreto de la fecund idad . L a aso ciación f a ­ m ilia r nace a la ex isten cia con el m a trim on io , tiene un momento cu lm en cuando se c ie rra el ciclo generativo , empieza después la d isgregación y te rm in a en la vejez por la extinción to tal. E l p rim e r período de ju v en tud (j) se extiende h a s ta los 32 años, el período de m adu rez (m ) h a s ta los 45 años en que se te rm in a generalm en te toda e spe ranza de fecund idad . Sigue un período de edad adu lta (a) que se extiende h a s ta los 62 años y por fin se in ic ia un período de vejez (v) en el que la m ayo r p a rte de la s ag rupaciones fam ilia re s se reducen a m atrim on io s que v iven solos o a hogares «solitarios». E n los cuad ro s g ráfico s apa recen e stru ctu rad a s la s d iversas ag ru ­ paciones fam ilia re s según la d iversa fo rm a y el número de m iem ­ bros que les corresponden. E n segu ida se advierte que el grupo de la fam ilia comp leta es en los tre s casos el m e jo r rep resentado . P a ra que un a población pueda su b sistir debe con ta r a l menos con el 50% de la s ag rupaciones como fam ilia s completas. E n e stas fam ilia s com ­ p letas h a y que co n ta r la s fam ilia s dobles. So lam en te en e lla s se cump len ín teg ram en te la s fun ciones fam ilia re s en su proyección b io ­ lóg ica y social. E lla s con stitu yen por tan to la clave de la e stab ili­ dad, del cre cim ien to o de la decrep itud de u n a población. P o r lo m ism o que es ta n sig n ific a tiv a , esta e stru ctu ra r e fle ja la s d ife ren cia s en tre la población u rb an a y la ru ra l. Lo s g rá fico s re s ­ ponden a un barrio de un a g ran ciudad a lem an a , a un a población r u ra l a lem an a y a un a población r u r a l españo la. Véase fig u ra 4 A B C. L a población u rb a n a se d istingue por el m ayo r número de los que v iven «solos». E sto puede se r resultado de la em ig ración , de la fa lta de v iv iend a o de otros facto res sicológicos. E n el am b ien te ru ra l la so lte ría es m á s bien un a excepción que depende a veces de facto res

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