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D E M O G R A F I A D E U N A P O B L A C I O N R U R A L E l nombre de esta población es lo se cunda rio . E n el in terroga to ­ rio del A rch ivo del Marqués de la En se n a d a , se denom ina a esta v illa «la de B illo ria» y e stá situ ad a «en uno de los cu a tro cuartos de Somo y Campo de S a lam a n c a llam ado V alde B illo ria» . E s ta v illa fue en 1752 u n a v illa de Seño río del Ex cm o . S r. Duque de B e ragu a, a quien p e rten e cía «sin saber si fue por compra a S. M. (q. D ios guarde) o por Merced». L a extensión te rrito ria l queda tam b ién d e li­ m itad a en la respuesta a l in terrogato rio del Marqués de la E n s e n a ­ d a : «De L e v a n te a Pon ien te, tres cuarto s de legua. De Norte a l Su r, cinco y dos leguas y m ed ia de c ircu n fe ren c ia , que en dos ho ra s y m ed ia se da la v u e lta ; que por L ev an te lin d a con la a lca id e ría de Ped ra za , prop ia del M arqués de Coqu illa, por Pon ien te con la V illa de Moríñigo, Norte con la de C an ta lp in o , y Mediodía con el lugar de B en to sa de R iom ar» . E n el d iccion ario de R ie r a y S a n s (1887) se describe la topogra­ fía como «terreno desigual, húm edo y m ed ianam en te sa n o » ; tam ­ bién se h a ce m ención de un bosque de propiedad p riv ad a que existe en la a ctu alidad . E l terreno es de m ed iana ca lid ad y la producción consiste en cereales, legumbres, h o rta liz a s, fru ta s y pastos. Según el m encionado d iccion ario se elabo raba por aquel tiempo algún vino y aceite. H ab ía ganado de v a ria s clases, adem ás del nece sa rio p a ra la s fa en a s ag ríco las y e x istía caza de pelo y p lum a. E n cuan to a la ca lid ad del terreno ta l vez sea m ás exacta la a firm ación del d iccio ­ na rio de Madoz (1850); el terreno p a rtic ip a de llano y monte y tie ­ ne algunos trozos de p rim e ra clase, o tie rra s m uy superiores». Sobre el casco de la población se dice tam b ién en este d icciona rio que está d istrib u id a «en algunas ca lle s y p laza s, irreg u la re s la s p rim e ­ ra s y m a l acond icionada s la s segundas». Sobre la s con stru ccione s no se advierte n ad a e special según R ie r a y S an s, aunque o lvida el áb si­ de de a rte m ud é ja r de la ig le sia y los restos del antiguo ca stillo que h a n servido de base a la a c tu a l a rqu ite ctu ra de la ig lesia. E s lam e n ­ tab le que en m is buceos, un poco p recip itado s, en el A rch ivo de S i­ m an ca s y en el A rch ivo P ro v in c ia l, tampoco h a y a encon trado datos sobre el origen del pueb lo ; n i siqu ie ra datos de demog rafía como existen en los pueblos vecinos en los Exped ien te s de H a ciend a . Pero N. B.—Por un descuido técnico, a última hora difícilmente subsanable, los gráficos núms. 8 , 9, 10 y 17 han salido solamente a una tinta, en lugar de salir a dos. Con todo esperamos que una atenta lectura del texto evite la confusión y haga inteligibles los grabados.