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GABRIEL DE SOTIELLO, O. F. M. CAP. 8 7 Y la ada equa tio es la relación de co rresponden cia o de con fo r­ m idad en tre ambos extremos de la m ism a, es decir, en tre la rea lid ad ex tram en ta l y lo expresado sobre e lla en el verbo m en ta l e n u n c ia ti­ vo del juicio» (71). De lo expuesto aquí som eram en te a ce rca del modo de en tender los esco lásticos el ser y la verdad se desprende esta p rim e ra conclusión a la que m ás a rrib a h ice re fe re n c ia : aunque la e sco lá stica adm ite un a relación en tre su jeto y objeto, esa relación es m ucho m ás p e rifé ­ ric a y ex trín se ca que la propugnada por el perspectivismo . P a r a los esco lásticos el objeto posee su verdad an te s que el su jeto se ponga en re la ció n con él, porque posee un «en sí» previo a l conocim iento. E n la filo so fía o rtegu iana la cosa no posee un «en sí» y a definido, sino que lo que h a y a de se r dependerá del su jeto . E , igualm en te, el su jeto en la e sco lá stica se le define tam b ién en sí, m ien tra s que en O rtega sólo se le puede d e fin ir en su relación a l objeto. Se tra ta , por consigu ien te, de un nuevo y ra d ic a l p lan team ien to del viejo p ro ­ blem a de la re la ció n existente en tre el orbe su jetivo y el objetivo. L A P R E G U N T A IN I C IA L H a llegado la h o ra de dar u n a respuesta d e fin itiv a a la p regun ta que encabezó este estudio. A l p rin cip io nos p regun tam os si el p e rs­ pectivismo e ra o no era un relativism o . Pues bien, h a y que con clu ir que el perspectivismo n o e s un rela tiv ism o. P re cisem o s: entendemos aquí por re la tiv ism o u n a co rrien te gno- seológica que re ch a za toda verdad abso lu ta y d e cla ra que la verdad , o m e jo r d icho, la validez del ju ic io depende de la s cond iciones o c irc u n s ta n c ia s en que es enun ciado (72). H ub ie ra sido dem asiada ingenuidad p en sa r que O rtega no sab ía lo que era el re la tiv ism o cuando lo com batía en tan to s p a sa je s de sus obras. S i se hu b ie ra tra tado de algun a cuestión filo só fica de muy le ja n a re la ción con su propio pen sam ien to filosó fico , el asun to se ­ r ía d istin to . Pero, tra tándo se , como se tra tab a , de un a tesis co­ lin d an te con la suya, con la que ten ía un a apa ren te a fin id ad y cuya no co in cid en cia le in te re sab a sob rem anera p re cisa r, no se comprende que hu b ie ra dejado sin p u lir la s a ris ta s de cada u n a de la s dos sen ­ ten cia s. Se n ece sitan razones m uy poderosas p a ra d e cla ra r re la tiv is ­ ta a un g ran filósofo que se pasa la vida combatiendo el relativism o . Adem ás la in sisten c ia de sus d iscípu los m ás allegados, los que (71) R a m í r e z : La filosofia de Ortega y Gasset. p. 290. (72) F e r r a t e r M o r a : Diccionario de Filosofía : v. Relativismo.

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