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GABRIEL DE SOTIELLO, 0. F. M. CAP. 73 un ju ic io o corresponde con lo afirm ado o no corresponde, la verdad como desvelación de los entes adm ite muchos grados, y esta g rad a ­ ción no h a de entenderse p rim a riam en te como un acrecen tam ien to cu an tita tivo de verdades, sino cu alitativo . No es el m ismo el mundo que desvelan o descubren el geómetra, el poeta o el lab rado r. Y lo propio ocurre en el campo de la filo so fía. S i estudiamos la h isto ria nos daremos cu en ta del c a rá c te r h istó rico que h a ido tom ando la evolución del pensam iento filosófico, y a que cad a filósofo no se con ­ ten tó con recoger la h e ren c ia de sus predecesores y en rique cerla con nuevas verdades, sino que repensó, desde su persona l situ a ció n , toda la filo so fía preceden te y en este sentido «hay verdad h a s ta en el error». Y añade D ondeyne : «Y no echemos en olvido que a sig n a r a la verdad un c a rá c te r h istó rico no es n ece sariam en te la m ism a cosa que p retende r que un a opinión, un a teo ría a un sistem a tengan de­ recho a l títu lo de v e rd a d e r o s por el simp le hecho de que, e fe c tiv a ­ men te, se dieron en un determ inado momento h istó rico : esto se ría ca e r en un po sitivismo o en un relativism o de la peor calidad» (38). O rtega hab ló de la verdad como a lé th e ia en su p rim e r libro, «Meditaciones del Quijote». A llí leemos lo sigu ien te : «Por esto su nombre griego (el de la verdad) a léth eia , sign ificó o rig inalm en te lo m ismo que después la p a lab ra ap oca lip sis, es decir, de scub rim ien ­ to, reve lación , prop iam en te desvelación , qu itar de un velo o cub ri- dor» (39). «Vemos, pues, com en ta M a ría s, cómo la in te rp re ta ción de la verdad como p a ten cia , descub rim iento , desvelación , e stá ya , m a ­ du ra y enérg icam en te fo rm u lada , en la s M e d ita c io n e s d el Q u ijo te , y apenas se h a dado un paso m ás a llá . S in embargo esto, por extraño que pa re zca, no h a contado, y se h a recogido m uy escasas veces» (40). E n el curso E n to r n o a G a lileo, vuelve sobre el asunto, a clarando el por qué la verdad es de svelación : «La p a lab ra con que los griegos nom b raban la verdad es a léth eia , que quiere de cir descub rim iento, qu ita r el velo que o cu lta y cubre algo. Lo s he cho s cub ren la r e a li­ dad y m ie n tra s estemos en medio de su pu lu lación innum e rab le , es­ tam os en el caos y la confusión . P a r a de scub rir la rea lid ad es p re ­ ciso que quitemos por un momento los hecho s de en to rno nuestro y nos quedemos solos con n u e stra mente» (41). H a lla r la verdad equivale, por lo tan to , a en co n tra r el logos, el sentido de la s cosas. E n u n a filo so fía e stá tic a el logos sig n ific a rá la e sencia ab stra c ta de un a cosa. E n un a filo so fía pe rspe ctiv ista el lo - (38) Ibid., p. 43. (39) Meditaciones del Quijote, I, 336. (40) J. M a r í a s : Comentario a ’’Meditaciones del Quijote", 296. (41) En tomo a Galileo, V, 16.

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