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72 EL PERSFECTIVISMO, ¿ES UN RELATIVISMO? h a n entendido así tam b ién h a n procedido con ligereza, pues la no ta a l m argen , en la que nos dice O rtega que con ello la idea de «error» queda m od ificada, debiera hab e rle s movido a in v e stig a r qué sentido t'ene en este p a sa je , lo m ismo que su co rre la tiv a la idea de verdad . N a tu ra lm en te que no se tr a ta aquí de verdad como adecuación , sino como a u te n tic id ad ; en este sen tido podemos llam a r errónea a un a filo so fía que no h a contado con la s an te rio re s, aunque lo que dice sea m uy verdadero, y tam b ién a u n a filo so fía que no responde a la p rob lem ática prop ia de nuestro tiempo o de este filósofo p a rticu la r. E n o tras p a lab ra s, que la filo so fía es h istó ric a en estos dos sen tid o s; en cu an to unos problem as que son verdaderos «problemas» en un momento h istó rico , h a n dejado de serlo en el sigu ien te, porque la f i­ lo so fía viene cond icionada por la h isto ria , y en cuan to a u n a filo so fía sólo se h a llegado en v irtud de los momentos que la h a n precedido. Pod ríam o s ad u c ir ejemplos bien recien tes. Lo s que e stud ian el p ro ­ b lem a crítico saben que lo que era p roblem a p a ra los esco lásticos del siglo pasado — de B a lm e s a M e rcier, por ejemp lo— h a n dejado de preocupar en nuestros d ías y h a n cedido el puesto a otros a s ­ pectos que se con side ran m ás decisivos. Y a l m ismo tiempo a estos nuevos problem as no se hub ie ra llegado sino por los pasos contados por los que de hecho se llegó. S i aho ra nos corresponde un a verdad y en vez de esa tenemos o tra, la que correspond ió h a ce un siglo, esa verdad nu estra , por m uy «verdad» que sea, no es h istó r icam e n te v erdad era . Pero, como digo, esto n ad a tiene que ver con el r e la t i­ vismo gnoseológico n i se opone a la absolutez de la verdad. La v erd ad c om o a tétela . A. Dondeyne se p re sen ta a s í m ismo a modo de problem a esta p reg un ta : ¿no s ig n ific a rá la do ctrin a de la h isto ric id ad un a vu elta al rela tivism o tra d ic io n a l? H a b la r del c a r á c ­ te r «provisional» de la verdad hum an a , ¿no es tom a r con un a mano lo que se h a dado con la o tra, y re ca e r en el re la tiv ism o que es lo que ju stam en te se in ten ta sup e ra r? Reconoce que la respu esta a estas p regun tas no es se n c illa ; que es preciso d isting u ir, m a tiza r, y añade a con tinuación , que an te s que nad a debemos d isting u ir en tre lo que los modernos llam a n la verdad como adecuación de un ju ic io con la s cosas y la verdad como a léth eia o desvelam ien to de lo re a l ( 3 7 ). L a a tribu ción que hace a Heidegger de hab e r puesto en boga d ich a d istin ción es lo que pud iera d iscu tirse , pues m uchos años an te s de Heidegger hab ló O rtega de la verdad como a léth eia o desvelación de lo rea l. Pero dejemos este asun to sin im po rtan cia . E n con traposición a la verdad lógica, que no adm ite grados, pues (37) D o n d a y n e : Les problèmes philosophiques..., en Révue phil. de Louvain, 52 (1954), 40.

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