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2 8 0 A LA CONQUISTA DE UN ’ ’ MUNDO MEJOR” que a trib u irlo , en su inm en sa m ayo ría , a que n i saben o tra cosa, n i h a y quien debidamente los forme. Padecen u n a g ran ig n o ra n c ia re ­ lig io sa, debida a la te rrib le escasez de clero que im pe ra en el p a ís ; pero les gusta en extremo o ír h a b la r de la re lig ió n a l sacerdote c a ­ tólico, y es lá stim a que tan to escaseen los m aestros p a ra su e sp íritu . Tampoco este apostolado en tre motores y tu rb in a s estuvo erizado de g randes d ificu ltad e s. Y la cosecha re su ltó copiosa en todas la s in d u s tria s en que se les atend ió como se debía. Perm ítasem e re la ta r u n a anécdota, que re su lta b ien elocuente. No en L a Paz, pero sí en o tra de la s ciudades m isionadas, después de u n a s con fe ren cia s p a ra obreros, se me p resen tó la D ire c tiv a con u n b and e rín , s in es­ tre n a r, del p a rtid o com un ista. E staba re c ién bordado, pues debía izarse a l vien to , po r p rim e ra vez, a la lleg ada de uno de lo s g randes je rifa lt e s del p artido . Les pare ció m e jo r in a u g u ra rlo con m i llegada, y me p ed ían que se lo bendijese. Les contesté que en cuan to qu itasen el emblema de odio que h a b ía en él y fuese su stitu id o po r u n a cruz que, con los brazos ab iertos, es símbolo de u n ió n y de am o r en tre todos los hombres. Y a sí lo h icie ro n . Y en L a Paz me cupo en suerte p re d ic a r a l p e rson a l de la renom b rada in d u s tria , ’’F o rrio , S. A. M a ­ n u fa c tu ra s T e x t ile s ” , ayudado po r la s va lio sísim a s R e lig io sa s M isio ­ n e ra s C ru zada s de la Ig le sia . Y fué ésta in d u s t ria de la s que m e jo r re cib ie ron la p a la b ra de D ios y más se a ce rca ron a re c ib ir los Santos Sacram en to s el d ía denom inado de la P a tria y del T rab a jo . E n cuan to a la ju v e n tu d e n ro lad a en la s F ue rza s A rm ada s, p a rtió de e lla m ism a la so lic itu d fo rm u lad a de que se h icie se p resente el P. M ision e ro en sus cua rte le s y re sid en c ia s p a ra h a b la rle s de r e li­ gión. A sí se cum p lió , dándoles u n ciclo de con fe ren cia s, del 16 al 22 de septiembre. Y en el m ismo C írcu lo M ilit a r se o rgan izó o tra ta n d a p a ra altos je fe s y o ficia le s. E l éxito, s in precedentes. Y en el d ía dedicado a l E jé rc ito , fue ron m uchos los soldados de todos los reg im ien to s y g ran núm ero de la o fic ia lid a d m ayor, que se a ce rca ron a re c ib ir la Sag rad a E u c a ris tía , en la M isa que o fició en el E stad io de la ciudad , el exce len tísim o Seño r N uncio Apostólico de Su S a n ­ tid a d en B o liv ia , Mons. H um b e rto M ozzani. A la p a r de este tra b a jo e specializado p a ra ju ven tude s, no pod ía de scuidarse otro m ás am p lio y decisivo, co rrespond ien te a la m a rch a gene ral de la S a n ta M isió n p a ra toda clase de púb lico . Y a sí se cum ­ p lía en los 48 C e n tro s M is io n a le s ab iertos en toda la c iu d ad p a ra ir a l copo en la empresa s a lv ífic a , y con el fin de que toda la población , s in nece sidad de tra sla d a rse a la rg a s d istan cia s, pudiese o ír con f a ­ c ilid a d el m en sa je cristiano . Como es y a de usan za, este quehacer n o rm a tivo y g lobal de la M isión se desenvuelve: a) en acto s o rd in a rio s o genera les. Uno muy