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134 LA CONQUISTA DE UN «MUNDO M EJOR» derecho o legalmente, y aquí reside la Corte Suprema. La Paz, p o blación de 300.000 habitantes, es de hech o la residencia o ficia l del G ob ierno; en ella vive el Presidente de la República, celebra desde hace varios años sus sesiones el Congreso y se hallan las represen taciones diplomáticas de los países extranjeros. El área total de su territorio, alcanza la cifra de cerca de millón y medio de kilómetros cuadrados, extensa superficie en la que podrían vivir holgadam ente 40 millones de personas y, sin embargo, la densidad de su población actual no rebasa la cifra de unos tres o cuatro millones. Su con figu ración oroh idrografia ofrece la perspectiva de tres regiones: el al tiplano, los « yungas » y valles, los llanos, de peculiares característi cas cada una. El altiplano, con oscilaciones de 3 a 4.500 metros sobre el nivel del mar, es la región en que se levanta la puna o meseta boliviana de importante extensión y se eleva todo un. sistema de cordilleras y montañas de cumbres siempre con nieve, com o los Andes, en una de cuyas estribaciones se encuentra el Illampu, con cimas de cin co y seis mil metros de altura. Da lugar asimismo a vastas extensiones de agua com o los lagos Poopó, y, principalmente, el Ti ticaca — lago sagrado y el más alto del mundo— , a 3.914 metros de elevación sobre el mar y con más de 8.340 kilómetros cuadrados de extensión y unas 25 islas en su recinto, aparte de varias penínsulas, bahías, cabos y estrechos. Asimismo, dentro de la un iform idad de líneas y colores, se destacan con frecuencia en esta zona num ero sos cerros, ennegrecidos por fuera, y con vegetación de ásperos y duros espinos, pero, internamente, hench idos de importantes y a cim ientos de metales. Con sólo citar el « cerro de la plata o de Potosí », de tan difundida leyenda y auténtica historia argentífera, queda en com iada esta región com o muy pródiga en m inerales de subido valor — oro, plata, estaño y cob re ...— , con abundante producción h oy y, en su mayoría, aún sin explotar. La fauna es también muy estimable por la riqueza de las p ieles; m ientras que la flora queda reducida a plantas forrajeras y musgos, propios para combustible. El campo es un inmenso páramo de tonos grisáceos, y en él, la brillante luz del horizonte ofrece curiosos efectos de espejismo. Sólo se conocen en el altiplano dos estaciones: verano-otoño, por lo regular, de o c - jubre a abril, y la de invierno, que com ienza en jun io y finaliza en septiembre; muy distinto de lo que acaece en Europa. Y el clima es frío, descendiendo el termómetro, en las noches invernales, hasta 5 y 7 grados bajo cero. Las ciudades de La Paz, Oruro, Potosí..., se asientan en estas latitudes. La región de los « yungas » y valles, es mucho más encantadora, fértil y rica, surcada por profundas hondonadas y quebradas extensas,
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