PS_NyG_1958v005n008p0039_0081
P. JOAQUIN DE EN C IN A S, O. F. M. CAP. 6 3 vitables del hombre con la naturaleza exige un «comportamiento» o «ethos» que resulta inconcebible en el plano de la naturaleza pura (17). Esta prevalencia del orden existente establece un diálogo más personal en tre los seres racionales y en tre el hombre y Dios. La contraposición Yo -Tu es concebida en su concreta singularidad. No se trata de un simple diálogo entre «causa y efecto», sino entre Dios y el hombre que ha sido formado a imagen de Cristo. La teleo logía escotista termina en Cristo que es el «summus adorator et glorificator Trinitatis». 3. In terpreta ción protestan te de la Etica y de la Sociología. El concepto de libertad humana y de providencia en Barth proclama la síntesis armoniosa de la operación divina y humana. El hombre puede «dominar» con Dios en la gracia, en la fe, en la obediencia, en la oración y sobre todo en la súplica. Esta posibilidad se verifica a través de Cristo: Con Cristo está el cristianismo al lado de Dios, porque también Dios se ha puesto en Cristo a nuestro lado y se ha abajado hasta nosotros. El cristianismo no es una «persona p ri vada i» sino una « persona de o ficio » (Amtsperson). Donde el cristiano ora, oye y cree, tiene lugar algo más que la actuación de la crea- tura; oculto en ese movimiento pero de modo real, se mueve el «dedo de D ios»; más aún, se mueve el corazón de Dios. Al compás de las pulsaciones del corazón de Dios se mueve el hombre en gra cia, se encuentra en medio del trono divino, en el misterioso sentido del acontecer mundano. Esta posición subjetiva del hombre que tie ne el carácter de úna simple e impotente súplica — la posición de las manos vacías tendidas a Dios— encubre, contiene y actualiza lo objetivo, es decir, el efectivo poder del Rey de Israel, del Rey del orden de la gracia: el poder de aquel que tiene todas las cosas en sus manos y el que ordena el acontecer mundano «per Jesum Chris- tum Dominum nostrum » (18). Dado el carácter formal del concepto de naturaleza y esta co municación del hombre con Dios ya puede preveerse la línea fun damental de la «teología dialéctica» de Barth : su « actualidad». En cada momento el hombre se siente llamado por la « Palabra » y por los « Mandam ientos » de Dios a una decisión que vale para el mo mento, que es casi la respuesta individual a un designio concreto. La conciencia dictará en cada momento la decisión personal, « hic e t nunc» válida y solamente « hic e t nunc » válida. Emil Brunner ha desa rrollado más ampliamente la doctrina moral de esta Teología (19). ( 17 ) A. M. K n o ll, 1 . c., 235 - 236 . ( 18 ) H. Urs von B althasar , o . c ., 147 ., ( 19 ) Véanse los dos amplios artículos del P. Antonio Poppi, O. F. M., C on v.:
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz