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1 0 ¿VOTO O PROMESA DE V IRG IN ID AD ? existentes puede reducirse a la que confiesa abiertamente la con­ cepción virginal de Jesús. Por otra parte debiera explicarse d e b id a ­ m en te el sentido virginal de la redacción final actual. La idea de filiación davídica se toma en sentido jurídico. José es sólo el espo­ so de María, el que, por su matrimonio con María, comunica a Jesús la filiación davídica y abrahámica: h ijo de D a v id , h ijo de A b ra - ham (26). En la genealogía de Lucas, Jesús es también descendiente de David, en cuanto es hijo adoptivo de José, cualquiera que sea la descendencia de María (27); Je sú s, a l em peza r, te n ía uno s tre in ta años, y era , seg ún se c re ía , h ijo de Jo sé (28). 2) Después de la genealogía de Jesús, Mateo describe en estilo vivo y dramático las ansiedades de José ante la preñez de la Santísi­ ma Virgen. Apenas podríamos explicarnos que José ignorase el mis­ terio de la concepción milagrosa, si el evangelista no intentara po­ ner de relieve la virginidad de María. A este intento sirve admirable­ mente la identificación de María con la madre del Emmanuel de Isaías, ordenando así la narración: primeramente pone en boca del ángel: No tem as r e c ib ir e n tu casa a M a ría , pues lo co n c e b id o en e lla es ob ra del E s p ír it u San to (29); después nota el cumplimiento de la profecía de Isaías, que lee según la interpretación de los L X X : H e a q u í que la V irg e n c o n c e b irá y p a r ir á u n h ijo , y le p o n d rá n p o r n om b re Em m a n u e l (30); por último, cerrando el relato, dice: No la con o ció ha sta que d ió a lu z a su h ijo , y le pu so p o r n om b re Je s ú s (31). Nuestra primera impresión ha quedado confirmada. El evangelis­ ta quiere hacer resaltar la virginidad de María. Su pensamiento central gira alrededor de las frases «antes de tener relaciones con­ yugales con José, María concibió; su concepción es obra del Espí­ ritu Santo». El relato se desarrolla en perfecta consonancia con la ley judía del matrimonio. La profecía de Isaías es clara para Mateo, particularmente a la luz de la versión griega. La virgen no sólo es ’a lm a del texto hebreo que designa «la joven núbil, todavía solte­ ra» (32), sino también la joven «física y moralmente íntegra» que, (26) M t. i, i. (27) Le. 1, 27; 2, 4. (28) Le. 3, 31. (29) M t. 2, 20. (30) Mt. 2, 23; Is. 7, 14. (31) M t. 2, 25. (32) La Biblia del Rabinat francés traduce por «mujer joven»; Gesenius lo dei-iva de la raíz árabe que significa «púber fu it coeundi cupidus, puella nubilis et virgo matura», pero añade que los L X X traducen mal por parthenos.

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