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RICARDO RABANOS, C. M. 15 aquí cómo se hará lo que buscas, cómo sin conocer varón, parirás. Zacarías desesperando y no inquiriendo, habló; María, por el con­ trario, inquiriendo, no desesperando, dijo: ¿Cómo será? Preguntó, no dudó de la promesa (53). Y , finalmente, San Bernardo: No duda del hecho, pregunta acerca del modo y del orden; porque no pre­ gunta si se hará esto, sino cómo. Al modo que si dijera: sabiendo mi Señor que su esclava tiene hecho voto de no conocer varón; ¿con qué disposición, con qué orden le agradará que se haga ésto? (54). 3) La admiración de María es puesta de relieve particularmente por San Cirilo de Jerusalén y por San Juan Crisòstomo. «Te admi­ ras de lo que sucedió, escribe el primero; también se admiraba la que le engendró. Pues dice a Gabriel: ¿Cómo me sucederá ésto, puesto que no conozco varón? (55). Y San Juan Crisòstomo se ex­ presa así: Asombrada y admirada dijo al ángel: ¿Cómo será esto? Y el ángel responde: El Espíritu Santo vendrá sobre ti (56). Los autores modernos recogen los ecos de la admiración de Ma­ ría y los repiten de una o de otra forma en sus comentarios (57). 4) Algunos monjes griegos, como Jacob, explican la pregunta de María por su voto de virginidad: Yo no puedo recibir estas cosas, después de haberme ofrecido en voto al Señor; ni El a su vez pre­ ferirá esto a mis pactos. Prometí religiosamente conservarme pura e íntegra todos los días de mi vida (58). S. Gregorio Niseno menciona el propósito de castidad (59). Pero comúnmente siguen a San Atanasio y a San Sofronio o a Proclo, ensalzando simplemente la virginidad en forma de preguntas o de diálogo de la Virgen con el ángel: «¿Acaso yo sola innovo las leyes de la naturaleza? ¿Acaso se destruyen en mí las razones de la generación de los hijos? Exponme, peregrino, el modo, pues es pe­ regrino el mensaje que me traes» (60). (53) Serm. 290, 4, PL 38, 1314; cf. de civ. Dei, lib, 16, c. 24, n. 2, PL 41, 501: Sicut non est virginis Mariae diffidentia, quod ait?, Quomodo ...? Quod enim futurum esse certa erat, modum quo fieret inquirebat. (54) Super Missus est, hom. 4, 3, PL 183, 80; ed. BAC 110, 219. (55) Cat. 12, 32, PG33, 765 (ed. lat. 19, 535). (56) In Gn 25, hom. 49, 2, PG 54, 446. (57) Lagrange, Evan. s. S. Luc., Paris, 1941, p. 31: une exclamation de sur­ prise ; Sahlin, Der Messias und Gottesvolk, Uppsala, 1945, p. 121: No pregunta Maria los admirables caminos de Dios por incredulidad, ni por duda, sinopor un piadoso asombro. (58) Orat. in Annunt. 16, PG 127, 649 (ed. lat. 65, 326). (59) In diem Natalem Christi, PG 46, 1140-1141 (ed. lat. 25, 687). (60) A n tip a tr o de B ostra , hom. in SS.Deip. Annunt. 15, PG 85, 1773 (ed. 44, 679); cf. J uan G eóm etra , in Deip. Annunt. 15, PG 106, 824 (ed. lat. 55,

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