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RICARDO RABANOS, C. M. 1 3 Dios convenía que no naciese sino de la Virgen y a la Virgen con­ venía que no diera a luz a otro que a Dios (42). c) La s in te rp re ta c io n e s Los Santos Padres interpretan tan diferentemente la primera pa­ labra de María que no puede hablarse de exégesis patrística respecto de su texto bíblico: ¿ Cóm o se rá esto, p u es no cono zco v a ró n ? (43). Unas veces lo interpretan en sentido de duda o de incredulidad; otras veces dicen que María preguntó el modo de la concepción. Los PP. Griegos, en general, ponderan el asombro y la admiración de la Virgen. Respecto al voto de virginidad, los escritores griegos lo silencian bajo el estilo de diálogo entre el ángel y María, excep­ to algunos monjes que lo mencionan explícitamente, pero ensalzan tanto la virginidad, que la prefieren por boca de la Virgen a la ma­ ternidad. Los PP. Latinos de antes de San Agustín no mencionan el voto de virginidad; desde San Agustín lo afirman comunmente, basados en razones especulativas, que aducen también para la so­ lución de dificultades (44). 1) La duda o la in c re d u lid a d no dice bien con el carácter sen­ cillo de María, ni con la bendición que le dirige Santa Isabel: ¡ D i­ cho sa la que ha c re íd o que se c um p lirá lo que se le ha d ic h o de p a rte d e l S e ñ o r ! (45). Sin embargo no faltan quienes la culpan de incré­ dula, a semejanza de Zacarías, aunque en un sentido totalmente dis­ tinto por la intención y por la situación. Cito dos testimonios, uno griego y otro latino. El griego es de Proclo, que pone en labios del ángel y de María frases que suenan a incredulidad: «Ves que yo, Gabriel, te anuncio faustas nuevas; ¿por qué dudas del Emmanuel que te las traerá? — María: ¿He de recibir sin duda tu anuncio y no he de investigar más acerca de mi parto? ¿Acaso ves un campo lle­ var mieses antes de recibir la semilla? No llevé el yugo de varón, ¿cómo puedo ser madre de un hijo? — El arcángel: ¿Buscas la cópula del acto marital, donde existe la venida de la virtud del Señor? —María: quisiera creer esta palabra, rechazando toda ansiedad. — Y Gabriel: Depon, pues, toda duda y recibe gozosa mi saludo. Zacarías (42) Super Missus est, 2, 1, PL 183, 61: ed. BAC 110! 192. (43) Le. 1, 34. (44) H a u g g , Das erste biblische Marienwort, Stuttgart, 1938; A. R o e ts , M aria’s voomemen tot maagdslijkheid (Lc. 1!, 34), Col. BG, 1 (1955), 167-174. (45) Lc. 1, 45.

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