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2 9 8 LA FILOSOFIA M E SIAN ICA DE BERDIAEFF puros fenómenos o apariencias. Aunque se equivocó cuando, tras haber atribuido a la experiencia sensorial el mundo fenoménico, no vió que el mundo de la cosa en sí se nos entrega en una experien cia espiritual. Según Kan t el mismo hombre se capta a sí mismo sólo como fenómeno. Los sucesores de Kant, los idealistas alemanes, ponen como cosa en sí el espíritu; pero caen de nuevo en el monismo y ese espíritu es un espíritu objetivo, impersonal, y que, por consiguiente, acaba por anular la persona. Hegel establece la libertad en el reino de la necesidad. Con todo tienen la ventaja, sobre los pensadores pre cedentes, de haber situado el centro de la filosofía no en la natura leza, sino en el espíritu. Berdiaeff, desorbitando un tanto un aspecto del problema y ol vidando otros decisivos, nos dice que la filosofía moderna es más cristiana que la medieval a pesar de que sea lo contrario lo que acostumbra sostenerse (5). Y la razón en que se funda es que la filosofía medieval está to davía bajo el naturalismo de los griegos, en tanto que la moderna es ya espiritualista y personalista. Santo Tomás de Aquino, escribe, es mucho más cristiano que Hegel; pero su filosofía es de tema y de tendencia menos cristiana que la de Hegel, y esto sin contar a Kant. LA LIBERTAD FRENTE AL SER Hemos venido hablando de dos direcciones de la filosofía a tra vés de la historia, una de ellas llamada personalista, porque esta blece como realidad primaria la persona humana, y otra ontologista o filosofía objetiva, por dar la primacía al ser o al objeto. Como hemos llegado a la bifurcación de los dos caminos posibles para el filósofo y la elección de uno de ellos es obligatoria y decisiva, una elemental precaución nos obliga a examinar con cierta detención el problema de las razones que nos induzcan a elegir una de estas sendas. En primer lugar lo que Berdiaeff entiende por filosofía del ser y filosofía de la persona nos lo sintetiza en un cuadro sinóptico (5) No es la de Berdiaeff una postura singular. Heimsoeth sostiene a su vez que lo que han realizado los grandes metafísicos creadores de la edad moderna es: «conciliar la fe con el saber, construir la filosofía cristiana, elevar las grandes verdades de la religión hasta la clara forma del concepto filosófico por medio de la especulación metafísica». H . H e im s o e t h : La Metafifica moderna (Madrid, 1949), pág. 9.
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