PS_NyG_1957v004n007p0239_0289

268 ITIN ERARIO E X IS T E N C IA !... vierno. Ahora está esperando algo inefable, de contornos incon­ cretos, como el grano que presiente su resurrección en las entrañas gozosas de la primavera. «En el yermo silente de mi vida, con duelo ensombrecida, aúlla el lobo, también, del pesimismo — aullidos que en el fondo del abismo señalan el lugar de la asechanza»— (48). ¿Se ha agudizado la enfermedad? ¿O ha habido precipitación en nuestro diagnóstico? No, estamos en lo cierto. Leal Insua se ha orien­ tado definitivamente rumbo a la esperanza. Pero ésta no es incom­ patible con la duda o con el abatimiento. Normalmente hay mucha distancia desde la inteligencia al corazón, desde la convicción plena hasta la vida en la verdad. Las soluciones simplistas parten de una concepción ingénua de la vida y del corazón del hombre. La visión cristiana con su ascesis intenta atraer al hombre «descolocado» has­ ta el centro de Dios. Lo cual evidencia que conoce los trámites psi­ cológicos que hacen posible la «conversión». Hasta la santidad tiene «métodos» y «escuelas» para facilitar las ascensiones del alma. Te­ resa de Ahumada, Juan de la Cruz, los dos Luises..., hansidomaes­ tros de esta difícil ciencia de amor. Nada insólito — en rigor— que haya todavía un hueco para el pesimismo, para la desconfianza, para la inquietud. Lo que sucede es que estas actitudes han dejado de ser «formas de vida» para con­ vertirse en episodios estrictamente circunstanciales. Son actos ais­ lados que no comprometen en lo más mínimo la integridad ideoló­ gica del autor, que vive ya en alta mar de esperanza: «Y el alma no se arredra porque en la cruz de piedra brillando está la luz de la esperanza» (49). Y la esperanza es madre de todas las virtudespoéticas y cris­ tianas. El puente mágico que alcanza el fruto deseado de las biena­ venturanzas. Alegría, perdón, ternura, sacrificio y amor..., son las horas del libro optimista. Su reloj — bullicioso y musical como un corazón vivo— la esperanza. ( 48 ) Horas, p. 29 . ( 49 ) Horas, p. 29 .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz