PS_NyG_1957v004n007p0239_0289

FR. JOSE CALASANZ DE LA ALDEA 249 página de la actualidad cultural. Leal Insua no es una mentalidad regionalista que estrecha su visión a un panorama cerrado, aun­ que éste sea tan admirable como Galicia. Es, por el contrario, un escritor universal por su intención creadora y por su temática exis- tencial. Un escritor moderno sin perjuicio de un cultivo honrado de las formas clásicas, que nos ha obsequiado — «a mitad del ca­ mino»— con varias obras literarias de la alcurnia de, Horas (Poemas). Trivium (Poemas del camino). Mi soledad sonora (Poemas de amor y de saudade). Versos (Primera antología). La siembra en el vien to (Quince años de periodismo balbuciente). Las cosas (Ensayos intranscendentes). Prim er sem illero de Poemas. Pastor Díaz, Principe del Romanticismo. El temperamento literario de estos escritos es evidentemente poé­ tico. Los temas menos susceptibles de un tratamiento literario se doblan con una sumisión rigurosa a la lírica humanística del autor. Lo de menos es que la semilla caiga rimada en los campos. A veces es más fecunda la indisciplina libre de la simiente perdida en el matorral o desprendida del pico avaro de las aves para convertirse en recogijo de árbol para los caminantes... Espiritualmente Leal Insua sigue una orientación segura dentro de una ortodoxia positivamente católica. Su infancia tuvo un clima de ternura a la sombra de una madre cristiana. Una de aquellas madres fervorosas de la tradición que sabía mucho más de las co­ sas de Dios que de las cosas de los hombres. La madre llenaba con su silueta, casi transparente, los días del enfermo-. Días difíciles, velados de desesperanza, en el hastío o en lo soledad cósmica y afectiva, cuyo lenguaje no conocía aún. Las «Horas» reflejan una lucha sorda entre el instinto y la fe, entre la rebeldía y la resignación, entre la oración esperanzada y el pesimismo. Una lucha de la carne martirizada y del espíritu, ambicioso de libertad. Una tensión dolorosa entre sus ilusiones pre­ coces de pensador y viajero de caminos con la realidad de una vida que en su concepto era plenamente estéril. Vamos a esquematizar las vicisitudes de esta lucha en torno a su evolución, llena de implicaciones espirituales y humanas. La enfermedad enseña siempre. Pero necesita cierta preparación en el hombre para hacerse entender en el lenguaje rudo de su presencia. Eso sí, tiene un método eficaz. Tan eficaz que resulta

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz