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FR. CLAUDIO DE V ILLARR IN 233 vista; así entendemos la práctica perfecta del método, una práctica simultánea de todos los sentidos. Hace unos años se lanzó al mercado un libro americano con el título «Educación audio-visual» (28). Lamenta el autor que la edu­ cación sea la última en servirse de los nuevos y mejores métodos para la transmisión del pensamiento. Expone como un fracaso — son ideas del autor— , que sólo un 40% de los matriculados llegue a graduarse. Quizá el caso no sea un problema de ciencia, sino un problema de método. Cuando apareció la imprenta, muchos continua­ ron con la rutina de una explicación oral. Innovaciones pedagógicas marcan hoy otras rutas y quizá continuemos aferrados al libro de texto, como medio único y exclusivo de enseñanza, no utilizando otros medios que nos ofrece la pedagogía moderna. Indiscutiblemente estas innovaciones tienen algún valor positivo, aunque la pedagogía ex­ perimental haya hecho pocas afirmaciones científicas. La experiencia, por ejemplo, enseña «que el aprendizaje del vo­ cabulario francés es más eficaz cuando lo estudian en voz alta, no sólo a causa de la mayor exactitud y de la retención más permanente, sino también, en razón del indiscutible «progreso de la fluidez en la pronunciación» (29). Se ha comprobado también la eficacia del cine como instrumento pedagógico, pues favorece la retención de las ideas, que luego el alumno manifestará con la palabra exacta y escueta. La prueba se concreta al número de datos que el muchacho recuerda, pero el examen nos revela cómo el discípulo adquiere fácilmente una perfecta inteligencia del tema. Según el lenguaje de la estadística, un niño de 8 a 9 años, conserva un 60% de los conocimientos que re­ tiene el adulto. Al cabo de seis semanas, el niño recuerda un 91% y el adulto un 82% de los conocimientos adquiridos el primer día. En resumen, aumenta el número de conocimiento de un 18 a un 40% , si usamos el cine como medio de enseñanza. Así lo confirma el re­ cuento de los datos, hecho al final de la prueba, en los distintos casos (30). Como sabiamente advierte el profesor Buyse, «el progreso de las condiciones del trabajo escolar depende del progreso de la técn ica docen te, y sería totalmente ilusorio esperarlo de la simple apelación al «buen sentido», o de una patética invocación a la conciencia pro- (28) M ac K ow n , H arry C., y R oberts , A lvin , B . : Educación audio-visual. M éxico, 1954 , trad., de Orencio Muñoz, Introducción. (2 9 ) F o w l e r , D. B r o o h s , op. cit., p. 270. (30) F e r n a n d e z H u e r t a , J . : Aplicaciones didácticas del cine, Revista Española de Pedagogía, 1951, p. 187-202.

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