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2 1 6 V A LO R A C IO N DEL O B JE T O .. mo, locual explicasuficientementeel vaivénylaligerezadesus jui cios. «Las cosas no son, como son, sino como desearía que fuera; lascosasnosonvistasatravésdelarazónsinodelaconveniencia, o, más exactamente, la conveniencia es interpretada como razón, y se hace una crítica benévola de los propios actos, mientras se critica laconductade los adultos deunamaneraacerba, porquenocoinci de consupropia conveniencia» (7). Y notemos que el muchacho es propenso al entusiasmo y a la depresión, excesivamente inquieto e irritable. El P. Gemelli señala también la coincidencia entre el púber y el niñode laedadpreescolar «enel mododejuzgar el mundoexterno. Tanto el uno como el otro están lejos de la realidad. El niño, por efecto de sufantasía y el púber por suafectividad, que transforma los datos sensoriales yperceptivos según las disposiciones de ánimo enque se encuentra» (8). Como nota interesante se advierte la di ficultad que tienen los muchachos para emitir un concepto real y exacto de las cosas, consecuencia del subjetivismo que les encierra ensí mismos y de la afectividad que varía, según las impresiones, los datos cognoscitivos. Quizá lamisma conciencia del «yo» excite un impulso de rebel día, porque en la mente apuntan ciertas inquietudes intelectuales, como unamanía sofística, ciertoprurito dialéctico uotras tenden cias parecidas que enfrentan al alumno con opiniones preestable cidas; mas el desequilibrio entre la afectividady el trabajomental le apartan de los quehaceres puramente especulativos. Una obser vación muy superficial confirmaría esa leve insubordinación del muchacho respecto al pensamiento ajeno, ya que son los primeros destellos de la personalidad que luego semanifestará quizá de una manera violenta. Brutal es también el gesto del alumno cuando se encuentra ante un obstáculo inevitable, que no puede superar por sus escasas fuerzas. La afirmación se extendería principalmente al orden de las ideas. Sin embargo, es un hecho raro e indiscutible que disminuye en el educando la capacidad de comprensión. «El ser «adolescente» quiere decir encontrarse conunmundo propio, enel que irrumpen de una manera contradictoria, numerosos intereses eróticos, afec tivos, laborales, que están reclamando la atención, y, como ocurre tantas veces cuando los intereses sonmúltiples, ante ladificultadde atender aunosólo, la atenciónse convierte endistraccióny acaba (7) D e Moragas, op. cit., p. 21. (8) Gemelli, Pr. A.: op. cit., p. 162.
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