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1 8 4 SABIDURIA Y FILOSOFIA.. unprincipioquebuscamosenestas cuartillas analizar laestructura­ cióndel saber humano, nocomo quienempiezaadesbrozar el sen­ derode la ciencia, sino como quienretorna a reveer el camino an­ dado. Todo el estudio semueve, por lomismo, dentro de unproce­ dimientoquehemos llamadoconSantoTomás «via judicii». Porello podemos sinmás dar principio a nuestra investigación preguntán­ donos por los planes de Dios. Desde la divinidad nos resultará más fácil comprender al hombre que desde si mismo. S. Buenaventura en una de estas visiones sintéticas propias de losgenios nosdejódelineadoel plandivinoenunpasaje, ya famoso ymil veces repetido, peroqueesmuydignodeserlo: «Haec est tota nostra metaphysica: de emanatione, de exemplaritate de consumma- tione, scilicet iIluminare per radios spirituales et reduci ad sum­ mum» (6). Nohemos menester detenernos en los dos primeros mo­ mentos enunciados por el Seo. Doctor: la emanaciónde las creatu- rasdel poderdeDiosylaejemplaridaddeésterespectodesuscrea- turas. Nosbastaparanuestropropósitodetenernos enel tercerpun­ to: de consummatione. Estamos, por tanto, enestemundo segúnel texto bonaventuriano para llegar a la «consumación», a la perfec­ ción. ¿Enquéconsisteésta?Lodiceinmediatamente: reduci ad sum­ mum, esdecir, ser «reducidos»—reconducidos, vueltosal sumo, aDios. Medio para lograrlo: illuminari per radios spirituales. Luz, mu­ cha luz, quiereBuenaventura enlos caminos deDios. « Buscador de Dios» se ha llamado aS. Buenaventura. Y enverdadque susínte­ sis doctrinal está dominada por ese pathos místico. Es que la vida es Itinerarium y el hombre un Homo viator, un peregrino del In­ finito (7). Mas si el hombrehasidohechoparaDiosysóloenEl hallarásu perfección, Dios le ha anudado auna carne. Es unespíritu encar­ nado. Ahorabien; la carne lleva consigonecesidades biológicas, exi­ gencias ineludibles parapoder perseverar ensuser. Noesmenester acudir a lavidadel niño, anheloso, «inhians», nos dice el breviario, del pecho de sumadre, cuando ennuestra brega diaria advertimos loperentoriodeestas exigencias. Nohayporquépormenorizar. Pero deestaobservacióntanalamanosobrenuestras necesidadesvitales ydel hechometafísico denuestroperegrinar haciaDios concluimos que el ser del hombre es constituivamente VIDA: vida biológica y vida espiritual. Y concluimos igualmente que la misión primordial (6) Collat. in Hexaem., I, n. 17; V, p. 332b. (7) Nos place recordar que esta gran idea ha sido recogida por pensadores actuales como M. Blondel, G. Marcel y L. Bloy, cuya dependencia ideológica res­ pecto de S. Buenaventura es paladinamente confesada por algunos.

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