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176 V ISION INTELECTUAL Y SACERDOTAL DEL CINE Creoque es fácil equivocarse eneste problema. Una auténtica for­ mación religiosa sacerdotal debe hacer al sacerdote, contando con los recursos degracia, sacramentos, sabiduría, cultura, yhasta edu­ cación, suficientemente vigoroso y elástico para soportar ese cho­ quedel cine, lomismoquehayquesoportar el del mundo, suspom­ pas yvanidades. Peroel riesgonocabe dudaque subsiste. Otro riesgo es el de la frivolidadde la vidaque el cine produce ensus fanáticos. Pero eneste aspecto ocurre lo que con la afición desmedidaal fútbol, a los toros, a la cazaoal julepe. Laprofesión sacerdotal y religiosa es esencialmente seria, lo contrario de frí­ vola; y el cine no dejará de ser juego, diversión, ocio, entreteni­ mientoquenuncadebeentrar enlavidasacerdotal comoocupación prevalente, ni muchos menos como obsesión. Lacontemplacióndepelículas, surevisiónypreviacensura, exige tiempo que, naturalmente, estaría de ordinariomejor empleado en otros quehaceres de la profesión sacerdotal. Los que por obligación de catequesis, de cines parroquiales ycolegiales ode censura tienen que ver películas, saben la auténtica sensacióndepérdida de tiem­ po que dejan siempre, incluso aunque diviertan. La realidades que de cada cien películas, una o dos merecen la pena de verse con cierta altura humana y, por consiguiente, sacerdotal y artística. Todos estos riesgos se superano se suavizan con los cineformus o cineclubs ylas semanas o cursillos cinematográfico parasacerdotes. Tales son los deseos oficialmente yamanifestados por los orga­ nismos católicos, en los que se integran muchos sacerdotes y re­ ligiosos y que tienen la supervisión, orientación e inspiración, si no latotal dirección, deorganismosdimanadosdelVaticano. Resumimos los postulados en concreto de la Oficina Católica Internacional de Cine, publicados en laRevista «De Broma y deVeras», mayo, 1956, que se refierena los temas quenos ocupan: la iniciacióny forma­ cióncinematográficadelos alumnosylaformacióndelosdirigentes orectores de almas, los religiosos y sacerdotes: Asamblea de la OCIC, Oficina Católica Internacional del Cine, Madrid, 1952. Tema primero: la formación cinematográfica de la juventud: Considerando: 1) Que el cine en cuanto elemento de formación y de cultura, debe incluirse en los programas de la enseñanza humanística tra­ dicional, enrelacióníntima con las demás disciplinas, a fin de que los alumnos vean en él un elemento educativo, y no sólo una di­ versión. 2) Que esta iniciacióndisminuye grandemente—aunque sinlle­ gar a suprimirlo—el riesgo moral del espectador cinematográfico,

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