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FR. MAURICIO DE BEGOÑA 173 la aplicaciónde laLey e incluso de ladenuncia cuandoconste que la ley es violada. El Estado no puede estar por medio de sus fun­ cionariosentodaspartes yesmás quefácil queenmuchos cinesno se observe la ley ennumerosos casos. Es, pues, deber del sacerdote yreligiosoyeducador llamar laatención, nosolamentedesusalum­ nos sinotambiénde lospadresy jefes de familia, paraquenocon­ sientanque sus hijos ysubordinados frecuentenpelículas para ellos prohibidas por el Estado, el cual cuentaensus organismos conase­ sores ymiembros eclesiásticos con la facultad de veto. En algunas partes seha recurrido aniños yadolescentes de confianza que fin­ genaceptar la entraday avisanaunguardiayapreparado. Nome parecehonestoesteprocedimiento astuto. Igualmente la ComisiónMetropolitana de OrtodoxiayMoralidad dictamina sobre las películas y las califica en los cuatro números conocidos, tolerando para los menores los números uno y dos. Esta normadebeserdadaaconocer eimponérselaalos alumnosy fieles engeneral con lamención de la responsabilidad que en cada caso incumbe según el criterio, hay que reconocer no siempre unánime, de los moralistas con el carácter preceptivo o meramente direc- vo de estas calificaciones. Comonormasiemprevigenteyaplicable encadacaso, nos queda ladecisiónconcretade lacompetente autoridadeclesiásticadecada diócesis, el Prelado, cuyas decisiones hayque acostumbrar a los fie­ les a aceptar y seguir. Las orientaciones pontificias, tanto las alocuciones a los que in­ tegran el mundo cinematográfico y a los educadores y formadores de almas,, como los documentos pontificios, la Vigilanti Cura y los discursos dePíoXII sobre el film ideal, recuerdansiempre el papel que el sacerdote ha de ejercer para obligatoriamente informar, de­ nunciar, e imponer, si es necesario, el boicot al espectáculoporme­ diode la no asistencia. Debenusarparaellodepúlpito, periódicoy laradio, lomismoqueel particular informeyorientacióndel confe­ sionario. Esahí, enel púlpito, enlacátedra, yenel confesionario, sobreto­ do, dondepuedeydebesegúnlas circunstancias, contribuiralafor­ mación católica cinematográfica de las almas a él encomendadas.

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