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FR. MAURICIO DE BEGOÑA 1 6 3 Parte del hecho furiosamente mantenido por unos, hipócrita­ mente ignorado por otros, de que el cine «no es más que un pre­ textomás omenos confesado de erotismo». Más en concreto, afir­ ma: «El cine de cultura occidental, está enteramente fundado en la dinámica del erotismo. Refiere la anécdota, fingida, desde luego, del productor que reloj en mano detrás de la cámara, dice cada diezminutos: «Undesnudo, por favor». Pero lo más grave y, por otra parte, confortador, es que Lo Duca, hace estas acusaciones, excluyendo, como él dice «todo com­ promiso intelectual omoral». Lo único que parece preocuparle en el cine es el punto de vista artístico. Y en este sentido podemos decir que es reconfortante la desgarrada actitud de LoDuca, por­ que surazónestéticase agregaa lasmorales e intelectuales. CRISIS DE LA ACTUALIDAD FILMOLOGICA Y SEÑALAMIENTO DEPOSICIONES Demos por sentado que las actuales preocupaciones filmológicas han encontrado su verdadero camino; analítico, largo y molesto; peroabsolutamentenecesarioparaconocerel cinemediantelaapor­ taciónde los conocimientos delas demás ciencias. Estoseríayauna Filmología. Pero igualmente, después de esta concesión, séanos per­ mitido inmediatamente confirmarnos en nuestrapersuasión de que el cine, y, por consiguiente, la Filmología, son algo más que ese acervo de conocimientos logrados sobre el cine, omejor, por me­ diodel cine. Existenotros aspectos del cine. ¿Qué aspectos son és­ tos? Los vamos areducir ados: El de la técnica de producción, yel del arte en la creación de la obra fílmica: dos aspectos que, en realidad, se concentran en uno, el estético. Y si ésta palabra es demasiado definitiva y compromete ya a una decisión, digamos el humanístico, aún con el riesgo de quedar imprecisos. Unhumanismo que se aproxima al de las otras artes y conun inusitado poder de sugerencia espiritual. Conocida es la anécdota deMax Jacob que atribuye su conver­ siónalacontemplacióndelaimágendeCristoenlapantallamien­ tras contemplabalapelícula Les Habits Noir, hacia 1914. Como florecilla, pudiéramos referir el caso de unhermano lego franciscano que por primera vez veía el cine. Entró unpoco tarde

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