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V oca ción religiosa y sa cerd ota l: N a tura leza y O bliga toried a d 2 7 3 l’une et de l’autre thèse, a prononcé, dans sa reunion plenière du 20 juindernier, le jugement suivant: » Opus praestantis viri, Josephi Canonici Lahitton ttullo modo reprobandum esse; immo, qua parte adstruit: » 1) Neminem habere umquam ius ullum ad ordinationem antecedenter al liberam electionem episcopi. »2) Conditionem quae ex parte ordinandi debet attendi, quaeque vocatio sacer- dotalis appellatur, nequaquam consistere, altem necessario et de lege ordinaria, in interna quadam adspiratione subjecti, seu invitamenta Spiritus Sancti ad sacerdotium ineundum. »3) Sed e contra, nihil plus in ordinando, ut rite vocetur ab episcopo, requiri quam rectam intentionem simul cum idoneitate in gratiae et naturae dotibus reposita, et per eam vitae probitatem ac doctrinae sufficientiam comprobata, quae spem fundatam faciant fore ut sacerdotii muñera recte obire eiusdemque obliationem sánete servare quaet: esse egregie laudandum» (21). En el documento hay dos formulas: una negativa, «nullo modo est reprobandum », y otra afirmativa, en la que se precisa el pensamiento en algunos aspectos particu­ lares por los cuales la obra «esse egregie laudandum». En el primer punto, la Comisión admite una vocación interna antecedente al llamamiento de lajerarquía; pero niegael carácter absoluto que algunos leatribuíany la subordina a la aceptación canónica; en el segundo, niega la necesidad de una inspiración interna del sujeto o invitaciones del Espíritu Santo. Pero hay que tener presente el tercer punto y el ambiente cultural contra el cual luchaba Lahitton, para justipreciar equilibradamente esta segunda afirmación. Exige la decisión en el candi­ dato «la recta intención», condicionada juntamente con las dotes personales, de la llamada o aceptación del obispo; como acto sobrenatural, necesita la ayuda de la gracia, luego se afirma implícitamente la gracia y vocación interna; se excluye la ins­ piración dulce, sensible, cautivadora, afirmada por muchos contemporáneos de Lahitton. La finalidad de Lahitton, en su libro, no es negar las inspiraciones internas de la gracia: intenta combatir la escuela opuesta, que, por influjo místíco janse­ nista, ensalza demasiado la inspiración interna de la gracia, limitando solamente a ella la esencia de la vocación, como algunos, aun hoy, poco exactamente sostie­ nen (22); y, sobre todo, se opone a la interpretación de tales inspiraciones como sen­ sibles y dulces atractivos. En este sentido, pues, se debe interpretar la aprobación de la Comisión Cardenalicia (23). Esto no impide que en ciertos casos la gracia dulce, sensible, atractiva, pueda acompañar a una verdadera vocación. Una serie de documentos posteriores nos hablan de la existencia de internas inclinaciones o inspiraciones de vocación: «moción del Espíritu», «voz misteriosa de Dios», «instinto divino» (24), culminando con las palabras, claras y tajantes de Pío XII : «Al que Dios no llama, no es conducido ni ayudado por su gracia. Por lo demás, si se dice que hay una verdadera vocación divina para cualquier estado, puesto que el autor primero de todos los estados y de todos los dones y disposiciones, tanto naturales como sobrenaturales, es Dios mismo, con mayor razón ha de decirse de la vocación religiosa y sacerdotal, que brilla con una excelencia tan sublime y está dotada con tantas y tantas distinciones naturales y sobrenaturales, hasta el ( 21 ) AAS, 4 ( 1912 ), 485 . ( 22 ) P. E. W u e n s c h e l: Enciclopedia del Sacerdocio (trad. española). Edíc. «Taurus». (Madrid, 1956 ) 92 . ( 23 ) L. Sempé: Vocation, D . T. C „ 3171 - 2 . ( 24 ) Máximum illudde Benedicto XV, AAS, 11 ( 1919 ), 442 ; Officiorum omnium de PióXI, AAS, 14 ( 1922 ) 451 , y Rerum Ecclesiae, AAS, 18 ( 1926 ) 76 . NATURALEZA Y GRACIA. 18 .

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