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P sicoh igien e d el trabajo intelectual 259 intelectual depende de ordinario, no tanto de la capacidad intelectual, cuanto <le la sabia aplicación de estos medios. Cuando los avances de la psicohigiene liberen al psiquismo humano de muchas enfermedades que actualmente parecen no tener remedio, de otras a las cuales se les da escasa o ninguna importancia y de otras que hasta es posible nos pasen inadvertidas. Cuando la psicohigiene logre conservar y aumentar la fuerza, el vigor del psiquismo humano y llegue a progresos tan sorprendentes como en los últimos años han llegado otras ramas de la medicina, entonces nos convenceremos plenamente de la auténtica realidad de esta ciencia y sabremos valorarla exactamente. El momento histórico de la Psicología parece haber llegado. Médicos, juristas, moralistas y hasta empresarios, cada uno desde su punto de vista, parecen coincidir en que es preciso un mayor y más exacto conocimiento de la psicología humana, y exigen al psicólogo cada día mayores avances en esta ciencia. Por fin, el hombre parece haberse planteado en serio su propio problema, desde el punto de vista de su funcionamiento. El avance de las ciencias experimentales está bien a la vista. También la psicología experi­ mental ha avanzado mucho en estos últimos años, pero no ha seguido ni de lejos el ritmo de las ciencias de la materia inerte. Quizá la verdadera causa de esto se encuentre en la deficiencia de los métodos empleados hasta la fecha. Hay muchas realidades del psiquismo humano que se escapan a los métodos de la ciencia experimental y hasta a la introspección, y es necesario inventar nuevos métodos para su estudio. El día que esto se logre, se abrirá ante nosotros un campo inmenso de exploración. Solamente entonces podre­ mos saber las verdaderas causas de muchos fenómenos psíquicos que hoy son, para nosotros, verdaderos enigmas. P. T omás de F o n t a n il . O . F. M . Cap. Colegio de Filosofía. Salamanca.

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