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P. Buenaventura Je Santamaría, O. F. M. Cap. 137 3 .a C o m isio n es p a s t o r a l e s . Estas vienen determinadas, en cada caso, por la situación de la región (problemas humanos que influyen sobre el comportamiento religioso) y la situación de la Iglesia en esta misma región (estado del clero, de las Asociaciones, de las Instituciones). Las Comisiones se estiman hoy como el mejor medio de profundizar la formación del clero y de los militantes laicos; de proveer progresivamente las instituciones pastorales; de establecer y promover un plan de evangelización para toda la comunidad humana. Cada Comisión debe responder a una necesidad y, por ello, puede variar su número. Depende de los objetivos que haya destacado la Encuesta Global. Las Comisiones toman entonces su responsabilidad sobre uno o varios de estos objetivos, y de ellas depende el estudio para el equipamiento pastoral en ese sector determinado. En esta labor fragmentada no se ha de perder de vista el objetivo común: plantar la Igle­ sia, es decir, «convertir los corazones» (objetivo de la misión tradicional) y suscitar, proveer y prolongar el equipamiento pastoral parroquial y regional, de suerte que los medios de salud estén al alcance de todos los hombres de buena voluntad. Cada Comisión tiene siempre al frente un párroco. A su lado se sitúa un especialista que, normalmente, será el responsable diocesano de este sector. Un tercer miembro indis­ pensable es el secretario, que se encarga de asegurar las convocatorias, redactar las actas e informar al Comité Director. Finalmente se añaden otros miembros, eclesiásticos y laicos, que aseguren la eficacia en la labor. La primera de las Comisiones es la de Sociología Religiosa. Tiene una tarea muy par­ ticular, puesto que ha de colaborar constantemente con las otras. Las otras Comisiones se dividen en dos clases: generales y especializadas. Las primeras están directamente orien­ tadas para la organización litúrgica, pastoral y apostólica de las parroquias. En la mayor parte de las Misiones se suelen organizar las siguientes de esta clase: Comisión de Liturgia. Comisión de predicación. Comisión de catecismos. Comisión de Acción Católica General. Comisión de información. Las Comisiones especializadas se orientan hacia los llamados «mundos» o «medios de vida». Estas suelen ser las más ordinarias: Comisión para la Infancia y Juventud. Comisión para el Mundo Obrero. Comisión del Mundo Independiente (médicos, abogados, empresarios...). Comisión del Mundo Rural. Habrá Misiones en que otros problemas exijan más Comisiones especializadas. Por ejemplo: el turismo, la salud, las religiosas, los militares... Durante un año, luego de la Encuesta Global, las Comisiones realizanmetódicamente su plan de trabajo orientado en las reuniones que, ya sea por separado o conjuntamente, tienen todos los meses. En estas reuniones se da cuenta del trabajo realizado, se coordina la acción y se forma y capacita a los miembros que toman parte en las Comisiones. En este primer año, hacia la mitad, el Jefe de Misión ha de pasar revista a todas las pa­ rroquias. El fin de esta visita es darse cuenta tanto del equipamiento pastoral de las parro­ quias, como del trabajo realizado. Luego de haber analizado todas las parroquias elabora diversas síntesis que le permitirán tener una visión, general pero precisa, de la pastoral de la región. Estas síntesis se corresponden con las que ha de hacer sobre cada una de las Comisiones. Tenemos que volver aquí sobre la advertencia anterior: todo este trabajo no es una mera preparación de la Misión, entendida en el sentido tradicional (diez o quince días de predicación y ejercicios piadosos), sino la renovación de toda la pastoral ordinaria que ha de hacerse con ocasión de la Misióny para asegurar el fruto durable deésta.

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