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136 Un método moderno de misiones Los pastores ordinarios, ¿están prestos a aceptar la Misión y secundarla? Si no hay este acuerdo global la Misión no se puede iniciar. Y hay que tener en cuenta que, en estas mi­ siones, los primeros misionados son los propios sacerdotes, por cuanto se habrán de re­ visar todos sus métodos de apostolado y, en adelante, las estructuras que ponga en pie la Misión han de forzarles a un trabajo más intenso. b) Condiciones psicológicas. c) Condiciones canónicas. No consisten éstas sólo en conseguir el permiso del Obispo. La autoridad diocesana debe tomar parte en la dirección de la Misión. Normalmente, esto se hará por mediode los delegados diocesanos para los diversos organismos apostólicos. Pero, en casos señalados, ha de intervenir el Obispo personalmente, y ser el primer comprometido. Esto dará con­ tinuidad a la Misión y asegurará la ayuda de los elementos necesarios. Todo esto requiere una adecuada «presentación al clero» para que éste pueda compren­ der, desde un principio, lo complejo de la Misión y los fines que se persiguen. El Jefe de Misión ha de dedicar un día entero a exponer el «método C. P. M. í.» y provocar el entu­ siasmo por la tarea. Si se consigue el acuerdo necesario para la puesta en marcha, se hace esta misma presentación a los laicos capaces de poder colaborar (A. C. y Asociaciones). De igual forma, se presentará la Misión a las religiosas que trabajan en la región. El paso siguiente es nombrar el Comité Director de la Misión. Este se compondrá del delegado episcopal, como presidente; algunos representantes de los diversos tipos de pa­ rroquias; consiliarios de la A. C.; Superiores de las Ordenes de enseñanza, y laicos con ca­ pacidad especial para el apostolado. Es indispensable también un secretario. La tarea del Comité Director es coordinar, sostener, dirigir la labor de las diversas Comisiones. Es directamente el responsable de estudiar los objetivos y el Plan de Evan- gelización y de Misión. Cuando concluya la Misión, el Comité Director está llamadoa trans­ formarse en un Comité Permanente de Pastoral y Evangelización. 2 .a E n c u e st a g l o b a l . La primera ocupación del Comité Director es decidir la Encuesta Global, que permitirá apreciar cuáles son los principales problemas, humanos y religiosos, que se plantean dentro de la región. Esta encuesta requiere la ayuda de un especialista. En la misión deCalais, fué dirigida por el P. Virton, S. 1„ de Action Populaire y profesor de sociología en el Instituto Católico de París. Su estudio, para ponerlo al alcance de los que habían de utilizarlo como base de su acción, lo resumió en 35 folios, divididos en cuatro capítulos. El primero era «una vista de conjunto sobre Calais»: fisonomía general, distribución de barrios, de iglesias, población global y condiciones de habitación. El segundocapítuloversaba sobre la «vida económica y social»: actividades profesionales, implantación de la industria, población activa, zona de influencia de Calais, estabilidad económica y dificultades. Enel tercero trataba de la «mentalidad, cultura ytendencias»: características, individualis­ mo, cultura, mentalidad política y religiosa. Finalmente, en el cuarto capítulo, concretaba sus conclusiones de sociólogo con vistas a la Misión. Se comprende fácilmente la importancia de este estudio, básico para toda la acción posterior. No obstante, esta Encuesta Global, que dura seis meses, y en la cual colaboran ya muchas personas, no es más que algo previo para iniciar el trabajo de las diversas Co­ misiones que han de establecerse a continuación. Hay que tener en cuenta que el estudio del terreno misional no se hace únicamente con miras a la Misión. El objetivo número uno es fundar más profundamente la Iglesia, reforzando la pastoral ordinaria y, para ello, se comienza por lograr, para los encargados permanentes, una conciencia ciara de las necesidades y posibilidades que ofrece su región. También hemos de advertir que la Encuesta Global no incluye la de práctica religiosa. Esta se realiza más tarde.