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132 Un método moderno de misiones nota de «misional» caracteriza a las más pujantes organizaciones de apostolado en Francia. Hasta la más humilde parroquia ha de adquirir el carácter de «comunidad misionera». Esto no quiere decir que ya todo esté renovado. Ni siquiera que se puedan señalar los éxitos conseguidos. Hemos de tener en cuenta que la verdadera renovación se inició hace sólo quince años. El ritmo de avance es sorprendentemente rápido, pero es poco tiempo para poder apreciar efectos en gran escala. Algo se ha logrado ya. Francia cuenta con minorías excelentemente preparadas en las grandes líneas del apostolado moderno. En el apostolado litúrgico el Centre de Pastorale Liturgique. En el social los institutos de estudios sociales Action Poptdaire (Jesuítas) y Eco- nomie et Humanisme (Dominicos). En la acción misional destacan principalmente la Mission de France y el Centre Pastorale des M issions á l'Interieitr. Cuenta también Francia con ¡organizaciones modelo para el empleo de las técnicas de difusión al servicio de la Pastoral. Por ejemplo, el Centre National de Presse Catlioliqne, Productions du Parvis y Centróle catholique du Cinema. EL CENTRO PASTORAL DE MISIONES EN EL INTERIOR (C. P. M. 1.) El C. P. M. 1. es un organismo de apostolado que tiene por fin unificar las fuerzas de todos los misioneros franceses (diocesanos y de Ordenes religiosas) para adaptar las misio­ nes (y también los misioneros) a las exigencias sociológicas actuales. Sus primeras actividades se iniciaron en 1948, pero, puede decirse, que la estructuración actual data de 1951. Apenas lleva funcionando cinco años y, no obstante, es hoy uno de los más eficientes y esperanzadores organismos de apostolado en Francia. Ha sido su inspirador el P. Jean-Frangois Motte, franciscano. Especialista en sociología. Durante años, ha ejercido el ministerio en Africa del Norte. Hoy es profesor del Instituto Católico de París. Pero su principal tarea es la de orientador del C. P. M. 1., desde el puesto de co-dircctor. El otro co-director es el canónigo Jourde, Superior de las Misiones Dioce­ sanas de París. El C. P. M. I., en líneas generales, funciona de la siguiente manera: Tiene un Comité Director en el plano nacional. Lo componen, además de los dos co-directores dichos, otros siete miembros: dos superiores de misioneros diocesanos, más un capuchino, unjesuíta, un oblato, un redentorista y un dominico. La sola enumeración de los componentes del Comité Director nos da idea de la amplitud de miras con que se proyecta el C. P. M. 1. Tarea del Comité Director es establecer la unión con la Jerarquía, sobre todo, a través de las diferentes Comisiones Episcopales, y también con los distintos Superiores de los mi­ sioneros integrados en el C. P. M. I. Ya casi todas las Ordenes Religiosas están trabajando en el C. P. M. I., e igualmente los Misioneros Diocesanos. No es poco milagro lograr esta colaboración entre clero secular y regular y de las Ordenes entre sí. Todos tenían «su método» de misiones y «sus glorias de la Orden»quemantener. Frecuentemente esto seconfundía con... «sus intereses». Pero, en cinco años, debido principalmente al prestigio de los orientadores del C. P. M. I., se ha conseguido una colaboración admirable. La unificación no es sólo de mando. Se ha podido prescindir enteramente de «colores de hábito» en la formación de los equipos que han de encargarse de los diversos centros en una misma misión. He visto, en Calais, a religiosos hasta de cuatro Ordenes trabajar en un mismo equipo. Este se había formado mirando únicamente a las diversas especialida­ des de los misioneros. Así es posible conseguir, además de unidad de plan y de dirección, que la misión sea «una» para toda la zona y que no se convierta en «muchas» misiones yuxtapuestas. Pero no se piense que el C. P. M. 1. está únicamente para dar misiones en grande. Es también, y de un modo prevalente, un instituto práctico para analizar y sintetizar expe­ riencias misioneras. Esta tarea la realizan los propios misioneros en las reuniones que, ya sea en plan nacional o regional, se tienen cada año. Además, dentro de cada misión, están previstas varias reuniones para información de los misioneros, análisis del trabajo rea­ lizado y fijación de objetivos. En su conjunto, estas reuniones son el mejor medio para capacitar a los misioneros, haciendo de ellos verdaderos especialistas.

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